BIOGRAFÍA STEFAN GURTNER
Stefan Gurtner nació el 20 de abril de 1962 en Berna, Suiza. Trabajó como decorador de viviendas, grumete, jardinero, empleado de hotel y colaboró con Amnistía Internacional, pero su verdadera vocación estaba dirigida hacia la literatura y la educación. Desde 1987 vive en Bolivia, donde fundó la comunidad de educación alternativa “Tres Soles” y el grupo de teatro “Ojo Morado”, con el cual participó en varios festivales nacionales e internacionales y realizó tres giras por Europa. En 1991 se casó con Guisela Fernández y tiene dos hijas. Actualmente radica en la ciudad de Quillacollo del departamento de Cochabamba. Desde 2003 es miembro del PEN Bolivia, entre 2010 y 2015 fue secretario general.
EDITORIAL: LOS AMIGOS DEL LIBRO (1998, 2004), KIPUS/LOS AMIGOS DEL LIBRO (2022)
Pata chueca, un sabio y viejo perro callejero, vive en los basurales de El Alto y toma bajo su protección a Chiquitín, un perro de “buena familia” que, por una perrita moteada, abandonó su hogar. En busca de un refugio, de comida y sobre todo de cariño se unen a cuatro niños lustrabotas que viven en las calles de La Paz. Son testigos de su lucha por sobrevivir, trabajando, inhalando “clefa” y robando.
EDITORIAL: LOS AMIGOS DEL LIBRO (2004)
El pequeño ratón Achaku llega con su familia del campo a la gran ciudad en busca de mejores oportunidades. Pero muy rápidamente se da cuenta que los ratones de la ciudad no reciben con agrado a los nuevos habitantes. Achaku, junto a su amiga Puraka, son testigos de la cruenta lucha por las bodegas y las despenas, pelea que ahora se entabla entre el jefe de los ratones de la ciudad, el Gran Roedor y el Grano Verde, el movimiento iniciado por los ratones del campo. ¿Podrán ellos vencer las manías de los ratones de la ciudad y los malentendidos en sus propias filas? Claro, esta pregunta aquí no se debería responder, pero para seguir adelante, debemos responderla: Los ratones del campo pierden la lucha. La pierden porque la lucha no está aún madura, por eso el símbolo del grano verde: una planta que no está madura.
Esa búsqueda en un contexto tan conflictivo necesariamente tropieza con una serie de obstáculos, resistencias y limitaciones. También hay la tentación de reproducir modelos modernos de coloniaje o tradicionalismos exagerados provenientes de las costumbres nativas. El resultado es una mezcla fascinante y a veces delicada de un sistema de autogestión comunitaria y de métodos modernos de educación, especialmente a través del juego y del teatro, con las cuales se pretende lograr forjar la conciencia y el pensamiento crítico necesarios para que estos niños y jóvenes puedan enfrentar positivamente su vida. En todo caso, el trabajo con este tipo de chicos y chicas siempre es problemático en sí y muchos de ellos quedan con un “ojo morado”, no sólo en el sentido físico – pero esto tendrá que descubrir a cuenta propia el lector durante la lectura de este libro.
TÍTULO: VÍA CRUCIS TRADICIONAL
EDITORIAL: NO DIGAS NADA (2017)
La tradición cuenta que la misma virgen María recorría a diario el
camino de la Pasión de Cristo por la hoy día llamada Vía Dolores hacia el
calvario. San Jerónimo, que vivió muchos años en Tierra Santa, menciona en el
siglo IV la gran cantidad de peregrinos de diferentes países que imitaban el
recorrido como parte de sus visitas a los lugares santos. Al caer Tierra Santa
bajo el dominio musulmán, surgió la idea de reproducir este Vía Crucis en otros
lugares, pero recién a partir de la Edad Media tomó poco a poco la forma
actual.
Primeramente, se ponían cuadros en las iglesias, después se construyeron en algunos lugares pequeñas capillas que representaban las estaciones del sufrimiento de Cristo. En el siglo XV surgieron grandes Vía Crucis dramatizados al aire libre en España y en el sur de Alemania, donde existía una larga tradición de teatro religioso y evangelizador, de allí se difundieron a otros países de Europa y a las colonias americanas. En el año 1731, el papa Clemente XII fijó las estaciones en catorce. Dos siglos y medio después, el papa Juan Pablo II añadió una decimoquinta estación con el tema de la resurrección, para resaltar el mensaje de la esperanza. Juntamente los títulos “Vía Crucis andino” y “Vía Crucis alternativo” forma parte de una trilogía teatral.
TÍTULO: VÍA CRUCIS ANDINO
EDITORIAL: NO DIGAS NADA (2018)
Este “Vía Crucis andino” se pone en escena durante la Semana Santa
acompañado de oraciones y canciones, pasando por las calles de estación en
estación. En el tiempo de la colonia, los indígenas se identificaban con el sufrimiento
de Jesús y su gente, porque ellos estaban dominados por el poder colonial
español y sufrían abusos similares a los que sufrió el pueblo hebreo durante la
ocupación romana. A menudo se pueden ver en pinturas con el tema del Vía Crucis
–realizadas por artistas indígenas de aquellos tiempos– a soldados romanos
vestidos con uniformes españoles. En la Casa de la Moneda en Potosí existe un
cuadro famoso donde la Virgen María es representada como la Pachamama,
guardiana del Cerro Rico.
Así que, en este Vía Crucis, Pilatos –el “juez” – y sus soldados
están vestidos como españoles, Jesús y los israelitas como indígenas; ambos
además hablan en su propio idioma, es decir: español y quechua,
respectivamente. Durante la administración colonial había algunas autoridades
indígenas –llamadas “caciques”– que colaboraban con los conquistadores y que en
nuestro Vía Crucis hacen de sumos sacerdotes. Es un hecho innegable que en
todos los tiempos y en todas las culturas, existió gente malvada y ambiciosa, saqra
runa según el enfoque neo indigenista.
Es pertinente aclarar que los pasajes en quechua forman parte del
texto que constituye esta obra están basados en la primera edición de la Biblia
en quechua (Sociedades Bíblicas Unidas, Cochabamba, 1986) que los mismos fueron
cuidadosamente editados siguiendo las normas oficiales de escritura de este
idioma, instituidas el año 1983. Juntamente los títulos “Vía Crucis
tradicional” y “Vía Crucis alternativo” forma parte de una trilogía teatral.
EDITORIAL: NO DIGAS NADA (2019)
Este “Vía Crucis alternativo”, también llamado “Rey de los
Manzaneros”, se pone en escena durante la Semana Santa con oraciones y
canciones, pasando por las calles de estación en estación. Se apoya en la
llamada “teología de la liberación”, corriente teológica especialmente
difundida en América Latina durante los años 1970 – 1980, donde los pobres se
identifican con Jesús y su pueblo, oprimidos por el poder romano.
Existe un Vía Crucis precioso y mundialmente conocido pintado por
Adolfo Pérez Esquivel que muestra la pasión de Jesús en un ambiente muy
nuestro, donde se ven a personas –trabajadores y otra gente humilde– sufriendo
los abusos de políticos, jueces y militares de nuestro tiempo. En este sentido,
este Vía Crucis cuenta la historia de Jesús a través del sufrimiento de los
niños en el mundo actual; sufrimientos provocados, a veces, de forma
inconsciente, por los propios miembros de la familia y la sociedad en general.
Juntamente los títulos “Vía Crucis tradicional” y “Vía Crucis andino” forma
parte de una trilogía teatral.
TÍTULO: A QUEMARROPA - VIDA Y MUERTE DEL SACERDOTE JESUITA LUIS ESPINAL (TEATRO)
¿Qué
y quién impulso a este sacerdote jesuita? ¿Cuál era su motivo para actuar hasta
su muerte violenta? El estar al lado de las personas, compartir su sufrimiento,
hacer cumplir sus derechos, luchar contra la injusticia, sin miedo y sin condiciones;
así debe ser la respuesta a estas preguntas.
Luis
Espinal no se deja intimidar por la dictadura, ni de su propia iglesia, para
enfrentar los abusos de los poderosos. No basta sólo con denunciarlos,
incansablemente involucra a sus contemporáneos, no sólo a los activistas de
derechos humanos, sino otros profesionales y agrupaciones para lograr la
protección y defensa de los más necesitados a semejanza de Jesús de Nazaret en
su contexto.
Para él, sólo importa la conciencia frente a Dios, vive en una comunidad mixta con laicos, sufre con los más pobres de los pobres, entra en una huelga de hambre a favor de los perseguidos por la dictadura, ¡y con éxito!
Esta obra de teatro está escrita de tal forma que pueda servir tanto de lectura o puesta en escena, pues nos habla sobre el amor al próximo, entendido como el amor y el compromiso hacia la humanidad entera. Son indudablemente virtudes y valores que cada uno de nosotros tiene la libertad de asumir en nuestra vida cotidiana, aportando así a un mundo mejor en el cual creía Luis Espinal.
¿Literatura… y Bolivia? Inimaginable. ¡Y sin embargo, existe!
Gracias a un refugiado judío-alemán llamado Werner Guttentag, que descubrió su
amor por ella justo en el momento en que los nazis quemaban libros en Alemania.
La palabra impresa es para él la clave de la lucha contra la injusticia social
y la ignorancia. La ve como un megáfono, no sólo para contrarrestar agravios,
sino también para devolver al pueblo de Bolivia (indígena en su mayoría) la
confianza en sí mismo y el orgullo de publicar su propia historia y sus
tradiciones, incrustadas en la belleza y la diversidad de su país. Inicialmente
abre una librería, funda una editorial, crea un premio literario, entre cuyos
jurados se incluye nada menos que al ganador del Premio Nobel Mario Vargas
Llosa, quien describió a Guttentag como su amigo y el “gran editor y librero
boliviano”. Conoció a Klaus Barbie y se vio arrastrado en la vorágine de la
batalla por el Che Guevara.
Werner Guttentag creyó en el poder de los libros; las preocupaciones
financieras y las amenazas a su persona no le hicieron mella a esta su
convicción, hasta que falleció a la edad de 88 años. Editorial Kipus se
complace ahora en presentar su historia en castellano, en la acertada
traducción del alemán de Robert Brockmann.
“Los libros que él editó fueron una razón por la que vine a Bolivia”, dijo Mario Vargas Llosa.
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