PENBOLIVIA, filial COCHABAMBA

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lunes, 21 de diciembre de 2015

NORAH ZAPATA-PRILL OBTUVO EL PREMIO ANNE FRANK 2015 EN ITALIA


Nuestra colega Norah Zapata-Prill, socia del PENCOCHABAMBA, acaba de ganar el premio Anne Frank 2015 en Italia.

BOLIVIANA GANA PREMIO DE DERECHOS HUMANOS ANNE FRANK
Los Tiempos
 
La escritora boliviana Norah Zapata-Prill ganó el Premio Especial de los Derechos Humanos 2015, en homenaje al 70 Aniversario de la muerte de Anna Frank, organizado por la academia Italia en el Arte del Mundo.

La academia, presidida por Roberto Chiavarini, explica en su carta a la ganadora que la entrega del premio se debe a su compromiso social como vicepresidenta de la Fundación Donatella Mauri (establecimiento médico-social psicogeriátrico, Romanel-sur-Lausanne, Suiza).

La organización explica también que el premio forma parte del evento más grande de la entrega de los Premios Arte como un reconocimiento a personalidades del mundo del arte, la ciencia y la cultura.
“Recibo  este premio como un regalo que la vida me ofrece, un regalo que corona, casi a mis 70 años, una trayectoria de poesía y vida profesional puesta al servicio de los claroscuros de nuestra condición humana”, dijo la ganadora en su discurso en el acto de ceremonia de entrega del premio el pasado 17 de diciembre.

También dijo que leyó el diario de Anne Frank a sus 15 años, dejando en ella una profunda huella de compasión y vida. “Ana Frank nos legó un mensaje de libertad, de humanidad, de compasión a fin de que cada uno, independientemente de sus orígenes, de su religión, de sus creencias, viva en paz. Porque la paz es fuente y vida”, dijo.

Zapata-Prill comparó su vida con un puente: “Somos puentes. Llevamos en nosotros aquello que hemos aprendido, aquello que hemos comprendido. Caminantes, transportamos en nuestro bagaje de riquezas heredas”.

Norah Zapata-Prill, según información recogida de Internet, es una escritora cochabambina con especialidad en la poesía, miembro de la Academia Boliviana de la Lengua; profesora de Literatura y Castellano, egresada de la Normal Superior Católica de Cochabamba. Hizo estudios de posgrado en Lengua y Literatura Española en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.

Entre otros reconocimientos logrados por ella están el Primer Gran Premio Nacional Franz Tamayo, el más importante de Bolivia, conseguido en dos ocasiones en 1973 y en 1977.

En el ejercicio profesional, el trabajo principal de la autora fue el de animadora socio-cultural, en un establecimiento médico-social (Lausanne-Suiza); directora de La NAZ y, actualmente, directora de la Fundación Donatella Mauri (el establecimiento psicogeriátrico en Suiza).

lunes, 30 de noviembre de 2015

Boliviana gana Premio García Márquez


Gana boliviana Premio García Márquez 

 

La escritora boliviana Magela Baudoin ganó el Premio Hispanoamericano de Cuento, segunda versión.


La escritora boliviana Magela Baudoin ganó el Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, segunda versión del galardón que honra al Nobel colombiano, anunciaron este viernes sus organizadores.

Baudoin se adjudicó la distinción, creada por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia y dotada con 100 mil dólares, con su obra La composición de la sal, al imponerse frente a los 136 libros de cuentos de autores de 19 nacionalidades en liza este año.

Un jurado integrado por los argentinos Alberto Manguel y Liliana Heker, la mexicana Margo Glantz y los colombianos Luis Fayad y Conrado Zuluaga eligió el trabajo de Baudoin por su "gran intensidad y sutileza" y su "singular destreza" para contar historias "sin caer en la tentación de ser explícita o didáctica".

Periodista, escritora y profesora universitaria, Baudoin era una de las cinco finalistas del concurso, además del peruano Carlos Arámbulo, el chileno Mauricio Electorat, la ecuatoriana Gabriela Alemán y el mexicano Juan Villoro.

El Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, creado unos meses antes de la muerte de García Márquez el 17 abril de 2014, rinde homenaje al Nobel de Literatura 1982, cuya obra cumbre Cien años de soledad (1967) es la principal exponente del realismo mágico.

Fuente: http://www.tabascohoy.com/2/notas/283207/gana-boliviana-premio-garciamarquez

miércoles, 18 de noviembre de 2015

MEMORIA DE LA PARTICIPACIÓN DEL PENCOCHABAMBA EN LA IX FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO - 2015


El PENBOLIVIA, filial Cochabamba participó activamente en la IX Feria Internacional del Libro de Cochabamba que se realizó del 15 al 25 de octubre de 2015. Esta feria, que tuvo el éxito esperando, acogió varias actividades del PENCBA, como:

1) COLOQUIO SOBRE “AUTOCENSURA Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN”
Con la participación de 6 connotados periodistas y escritores se realizó del 21 al 23 de octubre el Coloquio sobre Autocensura y Libertad de Expresión” con el propósito de generar espacios de análisis sobre temas dos tema de actualidad como son la autocensura y la libertad de expresión. El temario fue el siguiente:
Miércoles 21 de octubre, de 18:00 a 19:00
- "Poder Político y Libertad de Expresión: Una relación traumática.
Expositor: Demetrio Reynolds (Escritor, columnista)
- "La Expresión Literaria y Periodística".
Expositor: Ramón Rocha Monroy (Escritor, columnista y cronista)
Jueves 22 de octubre, de 18:00 a 19:00
- Alienación y Autocensura
Expositora: Elizabeth Paravicini (Periodista y Presidente de la Asociación de Periodistas)
- "La Autocensura en Bolivia"
Expositora: Melita del Carpio (Escritora)
Viernes 23 de octubre, de 17:00 a 18:00
- Autocensura como "mordaza" y "esterilización"
Expositor: Gonzalo Viscarra (Periodista e Historiador)
- Alcances de la Libertad de Expresión y Autocensura
Expositor: Sergio de la Zerda (Periodista)

En el Coloquio, los expositores resaltaron lo siguiente:
- La autocensura es una “mordaza” que se impone el propio periodista o escritor para no decir la verdad.
- La autocensura es generada tanto por factores externos (presión del estado, de los dueños de los medios, etc.) como por factores internos (Labilidad personal del propio periodista o escritor, falta de formación en valores y una falta de formación en conocimientos sólidos).
- “El gobierno provoca la autocensura” vs “El gobierno no provoca la autocensura”.
- Hay diferencias en la autocensura en el periodista y la autocensura en el escritor. La autocensura en el periodista llega a ser inmediata y la autocensura en el escritor puede ser a mediano o largo plazo.
- Hoy en día “abunda” la autocensura y la censura, puesto que los medios para evitar que sea retirada propaganda, y por lo tanto se disminuya sus ingresos económicos, provocan o promueven la autocensura o se genera censura de forma directa o indirecta.
- Se debe incidir en la profesionalización del periodista con cursos de postgrado y de especialización.


El auditorio Adela Zamudio estuvo lleno durante los tres días de realización del evento.
Este coloquio estuvo organizado por el PENBOLIVIA, filial Cochabamba, bajo el auspicio del PENBOLIVIA.

2) STAN PENCOCHABAMBA – Venta de libros
Se alquiló un stand para la difusión de las obras de escritores del PENCBA. Se invitó a todos miembros del PEN para que pudieran participan en este stand. Aceptaron participar en este stand: Willy Muñoz, Rosalba Guzmán, Teresa Constanza, Oscar Ruiz, Jorge Ayala, Dennis Morales, Edith Zabalaga, Pilar Pedraza, Blanca Garnica, Stefan Gurtner e Ivan Prado.
Estuvieron también presentes en el stand con sus obras los escritores invitados Manuel Vargas y Michelle Dechellete.
Participaron en el stand de los amigos del libro: Raul Rivero y Sisinia Anze, miembros del PENCBA.

3) PRESENTACIÓN DE LIBROS
Participaron en la presentación de libros de la IX Feria del libro los siguientes autores:
- Teresa Constanza Rodríguez presentó su libro de cuentos “Noche de Fragancias”.
- Ivan Prado Sejas presentó sus novelas: Las Amazonas (3ra. Edición), Hananpacha y Samaypata (2da. Edición).
- Vanessa Giacoman: Presentó “Antologias de las Sombras (Volúmenes I, II y III).

Como todos los años, el PENCBA estuvo presente de forma activa en la IX Feria Internacional del Libro de Cochabamba y contribuyó para que sus miembros puedan difundir sus obras y los lectores puedan conocer los objetivos y las actividades del PENBOLIVIA filial Cochabamba.



Cochabamba, octubre de 2015

Iván Prado Sejas                               Dennis Morales
PRESIDENTE                                SECRETARIO GENERAL

Como una lámpara a la sombra. Sobre la poesía de Norah Zapata-Prill



Por: Guillermo Ruiz Plaza

A fines de octubre de este año tuve la suerte de conocer en Albi (antigua ciudad cátara, hoy capital de la región del Tarn, Francia) a la poeta boliviana Norah Zapata-Prill (1946). Generosa, Norah me regaló una antología de su obra titulada Capricho humano en versión bilingüe español/italiano, publicada en 2014 por ediciones Gattomerlino. De Norah no había leído más que los poemas seleccionados en la antología El aliento en las hojas (1998), para la cual Eduardo Mitre seleccionó poemas de los 4 libros publicados por ella hasta ese momento: De las estrellas y el silencio (1975), Géminis en invierno (1978), Fascinación del fuego (1985) y Diálogo en el acuario (1985). Dicho sea de paso, Eduardo Mitre y Norah Zapata-Prill pertenecen a la misma generación: poetas, a menudo polígrafos, nacidos en la década del 40. Grupo de escritores unidos paradójicamente por la dispersión geográfica y estética, razón por la cual esa generación dispersa funciona como una colectividad marcada por fuertes individualidades, algunas de las cuales se han convertido con el tiempo en ciudadanos del mundo. Así, por dar solo tres ejemplos, desde hace muchos años que Eduardo Mitre (1943) radica en Nueva York, Pedro Shimose (1940) en Madrid y Zapata-Prill en Lausanne, Suiza. Como confirmó Norah en una de las charlas que tuvimos, este exilio fue para algunos político, sobre todo al principio; pero en la mayoría de los casos, como en el suyo, cabe hablar de un exilio voluntario debido a razones de orden existencial. La experiencia del exilio marca buena parte de la poesía de Zapata-Prill; en esta nota propongo un acercamiento a esa experiencia a partir de Capricho humano, libro compuesto por una veintena de poemas, la mayoría inéditos en Bolivia.

Como evidencia Mitre en su valioso ensayo “La soledad del horizonte”, De las estrellas y el silencio y Géminis en invierno son dos poemarios antagónicos: en el primero predomina el tono elegíaco cuando en el segundo prevalece la celebración. En su obra prima, Zapata-Prill traduce un exilio interno a través de un yo poético desasosegado, cuya relación con el entorno resulta conflictiva debido a la pérdida del ser amado y de la propia identidad. En su segundo libro, la experiencia de la pérdida cede el paso a la celebración de la presencia: “Sí, por causa tuya / es más bello el paisaje”. En este libro, la poeta supera el tono desgarrado y el miedo a la pérdida, pero también la esperanza. De ahí que Géminis en invierno culmine en una despedida del ser amado y Fascinación del fuego con estos versos: “Arder / para hacerse olvido en la ceniza”. Como señala Mitre, en Zapata-Prill la pasión amorosa aparece como una transmutación cíclica: de la brasa a la llama y de ahí a la ceniza (del encuentro a la comunión y de ahí a la despedida o a la ruptura). Esta transmutación o viaje interno es todavía vigente en Capricho humano, libro en el que, además, se incorpora la experiencia del exilio territorial. Pero lejos del tono quejumbroso y nostálgico usual en las letras de exilio, aquí predominan las celebraciones, aunque eso sí, contenidas por la lucidez y cierta serenidad conquistadas gracias a la aceptación de la vida tal como es. Así, en uno de los poemas más intensos del libro, titulado “Emigrante”, leemos: “Partir / Saltar por encima del berro / Del trigal / De la olla // Partir sin confesar qué olvido se acopla a la memoria / Qué recuerdo oscurece el fuego // Partir dándole forma al viento”. Afirmación ritmada por la anáfora del verbo “partir”: escenificación de un deseo irreprimible. No hay denigración alguna del espacio natal; la necesidad del viaje, del movimiento, traducida por los encabalgamientos abruptos y el ritmo sincopado, toca al yo poético casi tanto como la pasión amorosa, el otro gran tema de Zapata-Prill. La recurrencia en esta poesía de la palabra “sed” traduce tanto el deseo amoroso como la necesidad del desplazamiento. De hecho, el amor aparece bajo la forma de un viaje. Dirigiéndose al ser amado, la poeta pide: “Viájame” (“Ruleta rusa y barco vikingo”). Esta sed simboliza un deseo insaciable, tanto en el plano amoroso como en el del exilio, una misma búsqueda sin fin de la identidad propia y de la del ser amado. Para utilizar una expresión de René Char, en Zapata-Prill alienta una “ceniza siempre inconclusa”. En palabras de nuestra poeta: “Reinventarse es retirar las cenizas del frío”.

La experiencia del exilio también puede resultar dolorosa. En “Raíces”, la poeta nos habla del retorno al terruño y el desencuentro con los suyos, que se han vuelto ajenos y que la sienten ajena: “Hoy / bajando hacia el mercado / los he visto // Nos une sólo un aire de familia? / Mi hermano dice que he cambiado / sin duda / sí / pero qué cambio justificaría el desamor? // Mi abuelo dice que desconozco la agonía / y por tanto / sé de dioses y adioses / de volcanes apagados en mis sienes // Por qué el dolor nos vuelve invisibles?” En la entrevista concedida a la traductora italiana Piera Mattei, Norah afirma que partir al extranjero es en cierta forma morir, pero también hacer morir a quienes se quedan sin nosotros. Vemos cómo la experiencia del exilio, en Zapata-Prill, está signada por la lucidez antes que por la complacencia. Lejos de la univocidad estéril, en Capricho humano pactan el amor a los orígenes (“Después de todo / Las raíces son insaciables”) y la pasión del movimiento. “Reencuentro” celebra el hallazgo de viejos y queridos libros: “Aquí están / Aún de pie / Arrimados los unos a los otros los viejos libros de mis primeras letras” y después: “El aroma ha cambiado / Ya no es el de la lluvia sobre grietas vírgenes / Sino el de árboles que han resistido al invierno de muchas estaciones”. Pero el poema no se complace en la nostalgia, sino que desemboca en la necesidad y la promesa de nuevas páginas, “desgajadas” de la mano que escribe: “Así como los árboles sin piedad por sí mismos voy a dejar / a la hojarasca mis manos // Mis hojeadores dedos / Sus ataduras / Mis pies y la hierba y el camino // Que todo sea por un grano / Un nuevo brote / Un nuevo libro”. El “reencuentro” se convierte en movimiento; la irrupción del pasado sigue “dándole forma al viento”, al avanzar ineludible y gozoso del tiempo en sus manifestaciones naturales y culturales. No es anodino que en estas últimas líneas del poema las palabras “camino” y “libro” se enlacen gracias a una rima asonante: también el libro (lectura y escritura) es un viaje, también el libro –lo que permanece– es movimiento. La energía vital y la voluntad poética aparecen plasmadas en esos “hojeadores dedos”: dedos que sucesivamente hojean libros, “leen” el camino y se “deshojan” en nuevos poemas. Esta convergencia afirmativa se da igualmente en una de las piezas más admirables del libro, “A los cactos de Oruro”:

Me siento al lado de los cactos
Sus espinas me tocan sin querer herirme
Y por mi espalda se deslizan sus labios hechos tuna
Como diciéndome
Yo te he querido como a nadie
Orfandad de la puna
En un gesto de ofrenda
Los pétalos de la ulala caen
Y el viento canta aromas
El tiempo se eterniza
Es mío el cielo
Entonces
Sé que no hay amor más grande que el seguir amando
A pesar de la espina y sus espinas.

Norah nació en Cochabamba, pero a los 8 años se mudó a La Paz, donde vivió más de 20 hasta su partida a Europa. Como confiesa en la entrevista concedida a Piera Mattei, “el paso del valle rico en fauna y en flora a la austeridad del altiplano” marcó su visión de la existencia. A las antípodas de “Raíces”, en que se escenifica un regreso doloroso y conflictivo al país de origen, aquí la experiencia mística en la puna sella la reconciliación de la poeta con el paisaje que marcó el fin de la niñez y la inocencia. Como especifican los versos finales de “Ruleta rusa y barco vikingo”: “La inocencia es culpable cuando implora que las cosas / no sean lo que las cosas Son.” (“Son”, así, con mayúscula). No solo leemos una aceptación sino una afirmación profunda de la vida a pesar del tiempo y sus muertes, del deseo inacabable y su sed abrasadora que nos obliga levantarnos, una y otra vez, de nuestras propias cenizas. En Zapata-Prill, el mundo es un movimiento perpetuo, “un monstruo de energía” (Nietzsche) que solo se afirma a sí mismo, donde aun los muertos, “los olvidados”, se mueven con avidez: “Errantes persiguen la sed y el hambre a tropezones / Se agrupan / Se reparten la lluvia cuando llueve / Se reparten la luna cuando hay luna”. Perseguir la sed: no solo aceptar, sino desear el deseo. ¿No escribió Nietzsche que, “En última instancia, lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado”? Como en Lucrecio –y esto lo apunta Mitre en su ensayo–, el deseo es cifra del universo de Zapata-Prill. El deseo como motor inacabable. En el poema irónicamente titulado “Final”, se escenifica el regreso de Lázaro entre los vivos. Oponiéndose a la línea poética y narrativa que hace de Lázaro un desdichado por haber sido resucitado contra su voluntad, aquí el personaje bíblico, lejos de compadecerse o de complacerse, enuncia una ética digna del “Sísifo feliz” de Camus: “Yo / Lázaro / Renuncio a confiar a los ojos de la nada / El azul que alumbra todavía en este misterio que es la sombra mía”. Afirmar el misterio y el milagro de la vida, y permanecer de pie en la adversidad, eso es “reinventarse”. Como el Sísifo camusiano, el Lázaro deseoso y afirmativo de Zapata-Prill cristaliza la ética de toda una obra; como en Camus, aferrarnos al amor y a la lucidez es lo único que puede salvarnos del nihilismo y el absurdo, y llevarnos, por qué no, a la cima del día. Pero esto implica prescindir conscientemente del gran salto hacia la trascendencia que anularía la tensión incesante de la que habla Camus y que, además de fuente de dicha, puede ser raíz de angustias legítimas.

Así, a pesar del predominio del tono celebratorio, el sujeto de la poesía de Zapata-Prill no esconde tensiones internas: “Con un dolor despierto en mi corteza / Fui quemadura / Rotura / Quebradura / Fisura”. También momentos estremecedores que nos recuerdan lo insignificante de nuestra existencia: “Era sólo un punto perdido en el universo / Hasta que un día me atreví a reírme de mí mismo”. Estas líneas valorizan la ligereza y el humor, dos rasgos que no contradicen sino que confirman la lucidez del sujeto; rasgos que, además, contribuyen a la aceptación sin ambages de la condición humana. No solo afirma, sino que “ama” la finitud del amor: “Amo los árboles que se dejan recorrer por la luna / Sin esperanza alguna” (El beso de la luna). Y elogia las marcas de la vejez: “Sé que la calvicie no es un defecto de los años / que las canas tienen su propia lámpara” (“Raíces”). En este sentido, hay una conciencia casi gozosa de nuestro carácter pasajero, plasmada de forma magistral en “Las manchas”, poema dedicado, de forma elocuente, a la hija de la poeta:

Las manchas que yo llevo
Que tú ves
No están sucias
Son la sombra
Nada más que la sombra
De
Nubes pasajeras.

No hay impureza alguna en la vejez. Todo forma parte de una danza universal donde el único error es la inocencia culpable. Entonces no queda más que agradecer lo que nos define: la sed insaciable, la vejez, la muerte y, como en Borges, agradecer el olvido. Pero ante todo, en Zapata-Prill, se trata de agradecer el amor, ese “dolor / Preso / Entre el ser y la nada”. De ahí que un cántico contenido cierre Capricho humano, tomado de Géminis en invierno, como para cerrar un largo ciclo:

Gracias
Por la nieve pura de tus manos
Que emblanquece
Mi cuerpo
Gracias
Por inflamar mis labios
Y ponerte
Tan cerca de mi sed
Gracias por esta vida
Que me posee
Como una lámpara a la sombra.

Como una lámpara a la sombra, esta poesía no niega la oscuridad, sino que la hace suya; poseyéndola, nos ilumina. ¿No es la función de la poesía la de iluminarnos, ayudarnos a sobrevivir espiritualmente en este mundo materialista y violento? Si ya en Géminis en invierno predomina el tono celebratorio, esta tendencia se confirma de forma significativa en Capricho humano, incorporando una lúcida tensión que, como vimos, no hace más que intensificar la lectura, la vivencia de este libro. La lucidez aquí consiste en saber que todo tiene fin, excepto el deseo. Y en aprender a amar y a admirar esa dinámica entre finitud e infinitud que, según otros autores, es precisamente lo que nos hace desdichados. Sin hermetismo gratuito, calibrando el misterio y el encanto de las imágenes, con un ritmo original –ora conciso, ora de largo aliento–, Norah Zapata-Prill logra no pocas veces suscitar la emoción. Y esto es lo que, según Pound, los poetas deben buscar ante todo. Es una lástima que, por ahora, la obra de esta poeta boliviana radicada en Suiza esté prácticamente (si no totalmente) ausente en las librerías nacionales. Solo queda esperar que, al menos para empezar, una antología del conjunto de su obra (libros inéditos incluidos) salga a la luz en Bolivia, sellando el regreso de una de las voces más valiosas de nuestra poesía contemporánea.

Fuente: La Ramona

martes, 27 de octubre de 2015

GABY VALLEJO, UNA GRAN ESCRITORA

 

En la IX Feria Internacional del Libro de Cochabamba, 2015, la escritora Gaby Vallejo Canedo recibió por parte de la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba, un merecido homenaje por su encomiable labor por el desarrollo de la literatura nacional.  

Estuvieron presentes en dicho homenaje miembros del PENBOLIVIA filial Cochabamba para reconocer el enorme trabajo de Gaby Vallejo en pro de la literatura boliviana.

Melita del Carpio y Gastón Cornejo resaltaron la labor y el aporte de Gaby Vallejo a las letras cochabambinas y bolivianas con más de 40 libros publicados en Bolivia y en el exterior.

 

Perfil de la escritora: 

Gaby Vallejo, por la escritura y la lectura


Carla López Gamboa, Los Tiempos

"Era niña cuando los himnos y las canciones escolares me conmovían. Era como una vibración interior, un descubrimiento de lo que pueden decir las palabras. Pero escribí un primer poema de amor a los 15 años, un poema que jamás se publicó, a cerca de un amor juvenil inocente y prohíbo al mismo tiempo".
Con esas palabras explica la escritora Gaby Vallejo Canedo el cómo y el cuándo nace en ella su gusto por la escritura.

Autora de una gran variedad de libros y dedicada en las últimas tres décadas a fomentar la lectura infantil a través de la Biblioteca Thuruchapitas, Gaby Vallejo recibirá esta noche, a las 19:30 en el salón Werner Guttentag de la FILC, un reconocimiento que será otorgado por la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba.

PAPEL PERIÓDICO

"Mis primeros trabajos literarios se publicaron en el periódico Presencia Literaria, en La Paz, que dirigía monseñor Juan Quirós. Unos fragmentos de un estudio sobre "Raza de Bronce" de Alcides Arguedas que presenté como trabajo final en Bogotá en el Instituto Caro y Cuervo, donde cursaba un diplomado de un año de Literatura Hispano-americana", dice Vallejo sobre sus primeros textos de escritora publicados en Bolivia.

A la fecha, Gaby Vallejo tiene más de 40 libros publicados, "tomando en cuenta los cuentos para niños, novelas, libros de relatos, de ensayo, de estudios diversos".



"HIJO DE OPA"

Sin duda, uno de los libros escritos por Gaby Vallejo y que ha logrado posicionarse en la cultura boliviana ha sido "Hijo de Opa", novela llevada al cine por Paolo Agazzi con el título de "Los Hermanos Cartagena".

Incluso para su autora –quien aclara que sería injusto elegir como favorito un solo libro de entre todos los que ha escrito–, "Hijo de Opa" se ubica como primero en la lista "porque se ha editado 14.000 ejemplares con la editorial Los Amigos del Libro y ahora en una edición más compleja porque está el trabajo de interpretación de mi traductora al inglés, Alice Weldon, un trabajo de Adolfo Cáceres y una introducción de Paolo Agazzi que se empeñó en poner una versión libre de la novela al cine con el nombre de 'Los Hermanos Cartagena'”.

Es tan icónica esta novela que "Hijo de Opa" puede encontrarse en versión digital "en Google y Apple para los que quieran bajarla a su iPad o a su tablet a través de Ediciones Vínculos que se encarga de vincular a los escritores con estas plataformas", explica la escritora.



INFLUENCIA EN OTRAS ARTES

"Mis otras obras han tenido la magia de convocar a otros artistas, como a Edson Ontiveros que ha puesto por seis años seguidos la novela para niños 'Juvenal Nina', a ballet, con distinta coreografía y escenografía cada año", cuenta Gaby Vallejo.

"No puedo olvidar la adaptación que el grupo de teatro Cirujas de La Paz ha logrado del cuento 'Wara y el sudor del sol' a una pieza de teatro de hora y media. Con ella ha ganado el primer premio del Peter Travesi y la mayoría de las categorías, como ser Dirección, Primera actriz, etcétera. Luego han llevado la obra por distintas ciudades de otros países. Todo un periplo, del cual tengo incluso las notas de prensa".

"Del mismo modo", cuenta Gaby, "Beatriz de la Parra y el Grupo de Teatro Arte, ha puesto en multimedia un cuento del libro 'Del Placer y la Muerte'”.

La influencia de las obras literarias escritas por Vallejo Canedo no se queda ahí, también "varias escuelas han creado adaptaciones de 'Juvenal Nina', de 'El Concurso'".



VIAJERA INCANSABLE

Gaby Vallejo es una escritora que viaja constantemente, llevando a diferentes latitudes su obra y también la literatura boliviana. Y en todo su trajín ha logrado conocer, circunstancialmente –aclara– a escritores como Mario Vargas Llosa, Günter Grass, Rosa Montero, Sergio Ramírez, Salman Rushdie, Gloria Guardia, Roberto Inocenti, Antonio Orlando Rodríguez, Sergio Andrecaín, Gioconda Belli, Enrique Díaz, Alga Marina Elizagaray, Marcos Aguines y otros muchos.

Ahora mismo, Gaby Vallejo ha sido invitada por el Municipio de Salta (Argentina) a celebrar el bicentenario del nacimiento de Juana Manuela Gorriti, escritora argentina del siglo XIX, que fue esposa del presidente boliviano Manuel Isidoro Belzu. "Esta invitación responde a una actitud de muchos países de recuperar a las escritoras que fueron silenciadas por el tiempo, pero sobre todo, por un machismo velado", dice a propósito de su próximo viaje.

Además de escritora incansable, hace más de dos décadas que Gaby Vallejo se ha embarcado en el oficio de fomentar la lectura infantil, tanto en quienes enseñan a leer como en quienes aprenden.



FOMENTO A LA LECTURA

La satisfacción que ha logrado en este ámbito se traduce en "ver como se comprometen con los proyectos cada vez más docentes. Ver cómo crecen los niños lectores de la biblioteca en reflexión, lecturas y personalidad. Ver cómo aparecen familias lectoras. Se nos reconoce internacionalmente, por ejemplo, el año 2003, nos ha dado un premio Internacional del IBBY a la Promoción de Lectura, en la Feria del Libro de Bolonia, Italia, la más grande Feria del mundo en Literatura Infantil", cuenta Gaby Vallejo.

 A la fecha tiene más de 40 libros publicados, tomando en cuenta los cuentos para niños, novelas, libros de relatos.

Hace más de dos décadas que Gaby Vallejo se ha embarcado en el oficio de fomentar la lectura infantil.

PREMIO GUTTENTAG DE NOVELA

Profesora de Literatura y Lenguaje, licenciada en Ciencias de la Educación y con postgrados en Literatura Hispanoamericana, Interculturalidad, Bilingüismo y Literatura Infantil, la cochabambina Gaby Vallejo Canedo ganó en 1978 el Premio Nacional de Novela Erich Guttentag con su novela "Hijo de Opa".

Esta obra puede ser encontrada en versión digital gracias a una iniciativa de Ernesto Martínez Acchini de Ediciones Vínculos.

"Hijo de Opa" narra paralelamente la desintegración de una familia y de Bolivia, "debido a la corrupción, golpes militares, violencia familiar y social", según se publica en el portal web de Vallejo.



FAMILIAS LECTORAS

Bajo el nombre de Familias Lectoras, el IBBY-Bolivia y la Biblioteca Thruchapitas han ejecutado en varios barrios alejados de la ciudad de Cochabamba, un proyecto que impulsa a leer en familia y que a la fecha dio buenos resultados, producto de ello son dos libros escritos por los integrantes de Familias Lectoras.

El IBBY- Bolivia, representado por la escritora Gaby Vallejo y un equipo de docentes, han desarrollado este proyecto en cinco etapas: compra de libros adecuados a las culturas de los pueblos bilingües, capacitación de las animadoras comprometidas con el proyecto, lectura crítica de los libros, elaboración de estrategias de lectura y comunicación relacionadas con los materiales de lectura y al final una evaluación entre los protagonistas.



FOMENTO A LA LECTURA INFANTIL

El proyecto de Gaby Vallejo de fomentar la lectura infantil y de fundar hace más de dos décadas la Biblioteca Thuruchapitas, "nace de la decisión, con un grupo de docentes, al ver que Bolivia está siempre a la zaga en producción de libros producción de libros y en proyectos de promoción de lectura".

"Vergonzosamente –dice la escritora– somos un país sin bibliotecas escolares e infantiles, sin un plan nacional de lectura. Entonces, desde años atrás, empezamos el proyecto de la Biblioteca Thuruchapitas, con algunas docentes. Estamos cumpliendo 25 años de funcionamiento y tenemos muchos premios y proyectos que mostrar como modelos de trabajo".


Con un estand en la FILC

IBBY Y THURUCHAPITAS

Hace 25 años Gaby Vallejo creó junto a varias maestras la Biblioteca Thuruchapitas, especializada en literatura infantil y juvenil boliviana e internacional. Con Thuruchapitas ya ha publicado una diversidad de libros, revistas y folletos. Esta biblioteca, como en años anteriores, está presente en la Feria Internacional del Libro de Cochabamba con un estand y bajo el ala de IBBY-Bolivia, de la que Vallejo es representante.



LIBROS FAVORITOS

Para Gaby, las mejores obras de autores cochabambinos escritas en la última década son: “Potosí 1600”, de Ramón Rocha Monroy; “La Doncella del Barón Cementerio”, de Eduardo Scott-Moreno; ”El exilio voluntario”, de Claudio Ferrufino; “El charanguista de Boquerón”, de Adolfo Cáceres Romero; "Amalia desde el espejo del Tiempo”, de Gaby Vallejo ("No soy modesta", dijo); “Norte” e “Iris”, de Edmundo Paz Soldán; “Siempre fuimos familia”, de Gonzalo Lema; “Diccionario crítico de novelistas bolivianas”, de Willy Muñoz; y “Mamá, cuéntame otra vez”, de Amalia Decker.

Fuente: http://www.lostiempos.com/especiales/edicion/especiales/20151021/gaby-vallejo-por-la-escritura-y-la-lectura_319849_709621.html

HOMENAJE AL ESCRITOR ADOLFO CACERES ROMERO EN LA FERIA DEL LIBRO CBBA 2015


"Se rindió un merecido homenaje al escritor Adolfo Cáceres Romero, miembro honorario del PENCOCHABAMBA, en la IX Feria Internacional del Libro de Cochabamba 2015, organizado por la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba"
 

Homenaje de Cochabamba a Adolfo Cáceres Romero

Gastón Cornejo Bascopé


Me concede un verdadero honor el escritor y maestro don Adolfo Cáceres Romero para tener presencia en la noble tribuna que festeja su homenaje y en la feliz ocasión en que Cochabamba a través de la Cámara del Libro lo distingue como a una figura literaria sobresaliente en la Feria 2015.

Gran comentario se puede lograr de su proficua labor de escritor y experto en el arte de la palabra. Profesor de Lenguaje y Literatura. Egresado de la Normal Superior Católica de Cochabamba. Especializado en Uruguay y España en 1965 y 1971.Catedrático y Decano de la Facultad de Humanidades de la UMSS.

Su obra es reconocida en múltiples instituciones: Premio Nacional de la universidad de Oruro, Premio municipal de literatura en Cochabamba, premio Franz Tamayo en La Paz, Premio nacional de novela Macelo Quiroga Santa Cruz. Mención de honor por la editorial Atlántida en Buenos Aires Argentina. Premio nacional Adela Zamudio. Medalla de Oro de los Clubes de libros de Bolivia.

“Ciudadano Meritorio”. H. Alcaldía Municipal de Cochabamba 1988. Ciudadano Meritorio” H. Cámara de Diputados. 2009. Gran Orden Boliviana de la Educación, en el grado de “Comendador”. 6 de junio de 1990.

Numerosas obras de su productividad creativa han sido premiadas por organismos de importancia,  traducidas y comentadas en medios jerárquicos  de crítica nacional e internacional. Enumeremos las principales: “La mansión de los elegidos” y “Las víctimas” (con entrañables protagonistas) , “La saga del esclavo” (gran novela histórica que cuestiona a Castelli y al Ejército Auxiliar del Río de La Plata), “Octubre negro” , “El Charanguista de Boquerón”, “El último Khipukamayu”, “Galar” “Copagira”, “Los golpes”, “La hora de los ángeles”, “Entre ángeles y golpes”, “Cinco noches de boda”, “El despertar de la bella durmiente”  “La Guerra del Agua”, “El puente de los suicidas” Cuentos y novelas de enorme importancia literaria.

Especial mención merecen los cuatro tomos de la “Nueva Historia de la Literatura Boliviana” Esforzado trabajo donde relieva sobe todo el enfoque del tema marítimo a propósito de los poetas cantores del mar cautivo. La inmensa obra se complementa con el “Diccionario de la Literatura Boliviana”. El “Manual Práctico de Redacción”con nueve reediciones, y Antologías”, “Poesía Boliviana del siglo XX”, “Poesía Quechua en Bolivia”, “Poesía Quechua del Tawantinsuyu”, “Narrativa Quechua del Tawantinsuyu” “Ollantay”.

En suma, su viaje de nauta infatigable de constante superación alcanzó horizontes de jerarquía académica, docencia, escritura, investigación, producción literaria Adolfo Cáceres induce a los jóvenes escritores de  la patria a profundizar la esencia de los mitos ancestrales; mitos que emergen de nuestras montañas y de los llanosamazónicos. Prepara una antología de cuentos extraordinarios de Bolivia, partiendo de esos mitos insertados en cuentos aimaras, quechuas y tupi-guaraníes. Y una antología de escritores bolivianos del exterior de real importancia.

Para la valoración de la intelectualidad y la juventud boliviana que debe conocer su obra, importa remarcar que, muchas obras suyas tienen múltiples reediciones y han sido traducidas a ediciones bilingües de español – francés, así como a otros idiomas alemán, inglés,  noruego,  sueco, holandés, japonés y también originarios de la patria.

En lo personal, nos une lazos de profunda afectividad familiar, la historia y los sentimientos de seres entrañables, el padre político Arturo Solis Bascopé, héroe  de “Tres pasos al frente” herido en el Chaco. Su querida esposa Rosario Solís Jordán que secunda esforzadamente la labor del escritor, sus hijos de jerarquizada formación, toda una familia modelo en valores morales y en dignidad humana.

Como médico familiar suyo, evoco una crisis de salud que amenazó la valiosa existencia de nuestro homenajeado. Cuánta valiosa producción no habría existido; gracias a Dios superó la dolencia casi fatal con estoicismo y prosiguió su obra creativa. Albricias para la cultura nacional.

Hago público la profunda admiración que siempre despertó en mí su dedicación absoluta de escritor sencillo y humilde, pero magnífico, distinguido y noble en el horizonte de los escritores de Cochabamba. Su labor diaria de trabajo incesante, sin límite de horario ni descanso físico, su entrega espiritual a su familia como solícito esposo, padre responsable, selecto educador en magisterio cognitivo pleno de cálida ternura. En el registro personal de las biografías respetables, Adolfo Cáceres Romero ocupa un lugar principal; tiene en mi mente y en mi corazón la imagen exclusiva de un hombre de bien, de un intelectual destacado en la contemporaneidad de los valores nacionales. Nos honra a todos su existencia.

Fuente: http://www.elperiodico-digital.com/homenaje-de-cochabamba-a-adolfo-caceres-romero/

Cachín Antezana, la extrema habilidad posible


Martín Zelaya Sánchez, Letra Siete

“Creo que puedo decir que yo fui un ser racional, libre y constituido -lo que pasa cuando tomas una decisión estando consciente de sus consecuencias-, a mis siete años. Fui a una librería a comprar un libro de texto pero no había, y me dijeron que iba a llegar en una semana. Solo tenía que esperar, pero vi en los estantes Los tigres de Mompracem de Salgari y quedé encantado. Sabía que podía comprarme el libro con el dinero que tenía. Pensé que tal vez mi padre me iba a dar una paliza, pero temía que si no me lo llevaba después ya no habría… y lo hice. Esa fue mi primera decisión”.
A Luis Antezana le cuesta hablar de sí mismo y más aún con una grabadora delante. Recién se suelta al segundo café y tras varios cigarrillos, aunque en el pequeño reloj de un cafetín del centro de Cochabamba apenas dan las 10 de la mañana. Mientras tanto, el tiempo no se pierde, ni mucho menos. Hablamos de tenis, fútbol y música y se reafirma así una idea que se repite a lo largo de su valiosa obra ensayística: el maestro orureño no es más que un observador atento y acucioso en busca de la estética, “de la extrema habilidad posible”, de la belleza… ya sea en un poema, en una lúcida reflexión, en la genialidad de un futbolista o en una conmovedora canción.

Primeros años. Formación
Como no ocurre con muchas personas, al hablar del recorrido profesional, académico de Cachín se habla al mismo tiempo de su historia de vida. “Feliz de aquel que trabaje en lo que ama”, repiten los viejos en tono cursi. Pero el lugar común cobra sentido cuando el mayor placer de uno le sirve de paso para ganarse la vida.
Media hora antes de sentarnos en el bolichito, el maestro me recibió en una pequeña antesala de su casa. Un ambiente rectangular más bien modesto y alejado del ubicuo sol de la Llajta, y que desde hace años es casi de su uso exclusivo. Allí está lo que más quiere y necesita: sus libros (no todos, pero los esenciales), su computadora y un televisor de buen tamaño que ese instante, claro, estaba sintonizado en un canal deportivo que retransmitía la liga alemana.
No hay un Luis H. Antezana J. -que así es como firma Luis Huáscar Antezana Juárez, Cachín para los amigos y alumnos-  lector o crítico, otro docente y otro semiólogo. Es uno solo.
Indudablemente sus tres grandes pasiones, modos de vida y de trabajo fueron y son la lectura crítica de la literatura, la docencia y la investigación. “Van juntas todas. Para poder enseñar hay que leer, hay que aprender a leer y hay que aprender a enseñar”, afirma.
A sus 72 años, el ilustre académico nacido en Oruro y asentado hace mucho en Cochabamba, recibirá un reconocimiento definitivo y justiciero: el doctorado honoris causa otorgado por la Universidad Mayor de San Andrés que le será conferido este lunes 26 en La Paz; razón más que suficiente para buscarlo, interrumpir su sábado futbolero y lograr una generosa conversación con un solo objetivo: la evocación.
“De Oruro, mis primeros recuerdos son posteriores a mi primera niñez, muy fragmentarios, porque entre mis cinco y 10 años viví en Tupiza, donde mi padre consiguió trabajo como administrador del cine Suipacha, y ahí hice la primeria. Alguna vez dije que todo lo que me gusta lo hice de niño en Tupiza, porque ahí aprendí a leer y escribir y quién iba a decir que después mi profesión iba a ser eso, leer y escribir”.
De Tupiza guarda además otro recuerdo que determinaría su vocación, su acercamiento al cine “que siempre ha sido fundamental en mi interés cultural” y con seguridad le ayudó en su perspectiva de análisis y noción estética.
En 1961 salió por primera vez del país gracias a una beca de intercambio, y luego de adelantar sus exámenes finales de bachillerato en el colegio Alemán de Oruro. Por entonces, confiesa, aún no había decidido qué iba a estudiar, aunque tenía dos opciones claras: los números, para los cuales tenía un talento natural, y las letras.
“Siempre he leído bastante. Mi afición por la lectura nació con revistas argentinas de historietas. No te hablo de El pato Donald, sino de series de historietas, trabajos de escritores, de artistas que concebían una trama literaria, o que adaptaban obras consideradas juveniles de Julio Verne, Emilio Salgari…”.
Pero inclusive cuando cursaba ya secundaria no se consideraba aún un literato en ciernes. “Más que todo jugaba al fútbol, correteaba todo el día detrás de la pelota, hasta que en la materia de literatura, ya en los últimos años, la profesora me dio a leer La vida nueva, de Dante. Siempre he dicho que ese fue el primer libro que me marcó profundamente”.

Juventud. Vocación
Ya bien lanzado en la remembranza, no hay quien lo pare. ¡Suerte la nuestra! Cachín se pide otro café, abre un nuevo paquete de cigarrillos y se preocupa de que se acabe la batería del teléfono-grabadora-cámara fotográfica-internet, todo en uno.
“Tras la experiencia en EEUU volví a Oruro y decidí estudiar ingeniería química porque me seguían gustando mucho las ciencias exactas. Me fui a La Plata donde al pasar los cursos me orienté a la electrónica, pero muy pronto me di cuenta de que mi futuro como ingeniero electrónico, en Bolivia, no existía… y decidí dedicarme a la docencia de física y matemáticas”.
Así fue como, a su regreso al país, se decantó por la Normal de Cochabamba. “Como ya tenía un nivel avanzado en matemáticas, física y química, me puse a estudiar paralelamente para profesor de literatura y lenguaje, porque leer era lo que más disfrutaba. Pero de todas maneras, ya me ganaba la vida dando clases particulares de matemáticas”.
Seguramente habría acabado como un excelente maestro de ciencias exactas -como finalmente lo es de literatura y semiología- pero cuando culminaba la Normal le llegó una beca de posgrado para la Universidad del Sur de California donde, por supuesto, escogió la mención de letras.
Fue allí donde amplió su panorama de lecturas y a la par de profundizar a Borges (su primer “flechazo” serio), se empapó del emergente boom de la literatura latinoamericana.
La docencia ya era una realidad y empezaba a abrirse en su mente el universo de la investigación, del análisis semántico y semiológico, pero ¿y qué de la ficción? ¿Nunca pasó por su mente escribir prosa o poesía?
“Jamás”, se apresura a responder, contundente.  “Sabía que era incapaz. Así como a mis siete años sabía que era un ser racional, a mis 12 ó 14 sabía que lo mío era leer”.
Fue en su primera juventud, también, cuando se consolidaron otras dos grandes pasiones: la música -desde la inigualable voz de Gladys Moreno hasta el jazz en sus distintas variedades, pasando por Leonard Cohen- y el fútbol.
“Otra vez la culpa es de Tupiza -dice a propósito del balompié-. Mi padre me llevaba a ver partidos a la canchita municipal y ahí un día ubiqué a un llok’alla que manejaba la pelota como los dioses. Recién mucho después supe que era Víctor Agustín Ugarte”.
Ahí nació la fascinación. Además de su amor por el juego como tal, muy temprano descubrió algo que muchos hinchas fanáticos a veces apenas llegan a intuir: la estética del fútbol, que se acrecentó a su vuelta a Oruro en la época dorada de San José.
Al regreso del café, mientras el maestro mete en un sobre unos documentos que me encomienda para La Paz, pausado en la computadora de la sala de su casa, está el disco de Enrique Morente en homenaje a Lorca. La música no falta casi nunca en sus días o sus noches, entre libros, Kindle, o un partido de fútbol de cualquier liga.
“Lo mío con la música no tiene que ver con la formación clásica. La música es una permanente canción de cuna que me tiene que enrollar y acunar. Me quedo con las canciones o melodías que me acompañan, porque no tengo el oído para apreciar la maravilla musical con rigurosidad… El jazz y Leonard Cohen me acompañan toda la vida”.

El maestro, el referente. Consolidación
Antes de terminar su posgrado en California, Luis tuvo que regresar repentinamente a Oruro debido al fallecimiento de su padre. Se quedó varios meses acompañando a su madre, hasta que se presentó la posibilidad de otra beca en Bélgica donde finalmente se doctoró, en 1974, con una brillante tesis sobre Jorge Luis Borges publicada después como Álgebra y fuego. Lectura de Borges.
“Ya había leído todo Borges de arriba abajo. Conocía sus libros de memoria, así que tuve sobre todo que aprender el análisis semiótico”. Indudablemente el gran escritor argentino es uno de sus referentes fundamentales, así como otros cuatro o cinco nombres de autores bolivianos sobre los que más adelante dejamos que se explaye: Carlos Medinaceli, Óscar Cerruto, Jaime Saenz y Jesús Urzagasti.
En el marco del Congreso Internacional Barthes Amateur, Luis H. Antezana J. recibirá el doctorado honoris causa. Nada más oportuno que premiar al genial investigador y crítico boliviano, que evocando el centenario del francés que fue pilar del análisis semiológico y referente de la investigación semiótica y lingüística en la literatura.
Investigación y crítica. Semiología y literatura. “Para mí, ambas van juntas -señala. Trato de leer el texto literario no tanto por su posible contenido sino por su forma, por la manera como trabaja, como funciona, una herencia -claro- de mi formación semiótica. Jamás van a ver que yo haga crítica de valor, nunca digo esta obra es buena o es mala; digo esta obra funciona así, o no funciona por esto”.
Con varios cafés y cigarrillos encima -aunque no tan arriba como el terrible sol del mediodía- apagamos el omnisciente smartphone y caminamos hablando, por supuesto, de fútbol y música. ¿Realmente era tan bueno el Maestro Ugarte? ¿Ya conoce el último disco de Leonard Cohen y el video del que tal vez haya sido su último recital?
De pronto, no sé cómo, se entromete un tercer tema, el tenis. “Ugarte -comenta- era como Iniesta ahora, pero mucho más talentoso y elegante, una máquina de hacer pases maravillosos para que otros hagan el gol… y es que eso es lo que hay que buscar, la genialidad, la belleza; después de ver al Barcelona de hace dos o tres años, qué más puedes esperar del fútbol. O después de ver las maravillas que hace Federer con la raqueta, el tenis nunca podrá parecerte igual. Hay que estar atentos para no dejar pasar la ocasión de apreciar la extrema habilidad posible”.
El destino en el que no creo, me regaló esta vez la oportunidad de no desaprovechar la extrema habilidad posible que solo Cachín Antezana encarna.

Apoyo 1

Un legado imprescindible

Todo el bagaje y aprendizaje de Luis Antezana en más de 50 años de reflexión e investigación se reflejan en casi una decena de libros.
A fines de los 70, ya consolidado como uno de los grandes intelectuales bolivianos, y mientras pergeñaba entrevistas, reseñas y comentarios en la revista Hipótesis que codirigía con Gustavo Soto, o “cometía la locura de viajar cada semana a dar clases durante tres días a La Paz”, publicó sus primeros libros: Elementos de semiótica literaria (1977) y Algebra y fuego. Lectura de Borges (1978), la tesis con la que años antes se había doctorado.
Sobre el semestre maratónico de 1979, no puede obviarse acá una anécdota: “me quedaba una semana en casa de Jesús Urzagasti y otra en la de René Poppe. Todos los lunes, al bajar del aeropuerto, visitaba a Cerruto en la cancillería y charlábamos largo y tendido, pero nunca quiso darme una entrevista. Los martes almorzaba con Julio de la Vega y los miércoles con René Bascopé… y del trasnoche de miércoles, generalmente por jugar cacho en la casa de Jaime Sanez, al aeropuerto”.
En los años 80, en los que vivió ocasionalmente fuera del país “investigando teorías de la lectura en Alemania” y en otros países, editó Teorías de la lectura (1984), Tendencias actuales en la literatura boliviana (1985) y Ensayos y lecturas (1986).
En la década final del siglo XX, ya asentado en las reparticiones de investigación social de la Universidad Mayor de San Simón, sacó tres publicaciones: La diversidad social en Zavaleta Mercado (1991); Sentidos comunes (1995); y Un pajarillo llamado “Mané”. Notas al pie de su fútbol (1998).
Finalmente, ya en la década actual, Plural editores reunió lo mejor de su producción en Ensayos escogidos (2011), un libro imprescindible para comprender a fondo la literatura y el pensamiento político y social de Bolivia a partir de la Revolución del 52.
Y no hay que olvidar su incursión en los trabajos multimedia: La bodega de Jaime Saenz (2005), La pascana de Gladys Moreno (2007) y La ausencia de Adela Zamudio (2012), tres joyas interactivas en las que se puede apreciar textos, audios, imágenes y gráficas de estos tres referentes de la cultura y las artes del país.
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En pocas palabras
Texto armado a partir de diferentes momentos de la conversación con Luis Antezana.

Jorge Luis Borges
A Borges [a su obra] lo conocí cuando estudiaba en Argentina, y fue por culpa de Kafka. Vi la película de El proceso y no la entendí; busqué el libro, lo leí y seguí sin entenderlo. Entonces comencé a buscar cosas que se habían hecho sobre el libro o sobre el mismo Kafka, hasta que di con una antología prologada por Borges, que fue lo primero que leí de él.
Luego no me acuerdo si empecé, ya de verdad, con Ficciones o El hacedor, y ya lo leí todo a mi regreso, cuando estudiaba en la Normal.
Sigue siendo mi referencia básica. Cuando acababa mi libro Teorías de la lectura, al hacer el índice de nombres, las menciones a Borges eran demasiadas. Me daba vergüenza.
Después de Álgebra y fuego he completado mi visión sobre él, porque salieron un montón de libros sobre todo de sus inicios, que nunca quiso difundir e incluso retiró de circulación, pero que aparecieron tras su muerte.

Carlos Medinaceli
Carlos Medinaceli es esencial para la crítica literaria boliviana porque se ha inventado lo que llamamos la literatura boliviana.

Oscar Cerruto
Cerruto es uno de los escritores más completos que tenemos, con perfección en prosa y verso. No es una exageración decir que, después de Cerruto, en Bolivia no se puede escribir mala poesía.

Jaime Saenz
Saenz ha sido toda una experiencia de vida. Más o menos en 1978, cuando hacía la revista Hipótesis, y después de leer la obra poética de Jaime publicada en la Biblioteca del Sesquicentenario, me entró la idea de entrevistarlo, pero era muy difícil porque ya era todo un ícono y no era fácil llegar a él.
Por suerte a través de Blanca Wietüchter aceptó que lo entreviste, y hasta me dio de yapa las galeras de Felipe Delgado para publicarlas en la revista. Desde entonces se volvió un ritual cada que iba a La paz, trasnocharnos jugando cacho, y a la vez empecé a leer toda su obra y estudiarlo.
Jaime se inventó La Paz, La Paz marginal y nocturna y todavía “todos” escriben de esos temas, sobre esa creación de La Paz; los personajes, descripciones y paisajes saencianos son interminables.
Recorrer esta distancia y La noche pueden rivalizar sin problema con cualquier libro de la poesía latinoamericana.

René Zavaleta Mercado
Fue un rebote circunstancial pero extraordinario para mí. Lo primero que leí fue El poder dual ya cuando estaba enseñando; luego tuve que dar un curso sobre pensamiento social boliviano: Almaraz, Montenegro, y claro, tuve que profundizar a Zavaleta y estudié La formación de la conciencia nacional.
(Estudiar el discurso político no es tan diferente de estudiar el discurso literario, en teoría, en lo semiótico).
Zavaleta Mercado me sigue pareciendo muy importante. Una cosa es investigar los hechos y otra cosa es pensarlos, lograr un panorama teórico. Como él vivía afuera no tenía un panorama concreto, así que estaba obligado a pensar los hechos y todavía su pensamiento sobre la realidad boliviana es la forma más rica y profunda que hay: Las masas en noviembre es inagotable en ideas y sugerencias.

Jesús Urzagasti
Es un escritor fascinante. Yo  tengo una deuda con su obra; tengo varios escritos, pero me falta hacer una revisión general. Por ejemplo, siempre he querido escribir sobre De la ventana al parque, una novela fabulosa. Ya tengo unas 30 páginas avanzadas a las que me falta encontrarles un buen estilo de exposición.

Fuente: http://letrasietebolivia.blogspot.com/2015/10/perfil.html

domingo, 13 de septiembre de 2015

NUEVO DIRECTORIO PENCOCHABAMBA 2015-18





Fue posesionado el nuevo directorio del PENCOCHABAMBA por la gestión 2015-2018.

Sus integrantes son:

 - Presidente:                       Iván Prado Sejas

- Secretario General:            Dennis Morales

- Tesorero:                          Jorge Ayala

- Secretario de Comunicaciones: Raúl Rivero Adriázola

- 1er. Vocal:                        Teresa Rodríguez Roca

- 2do. Vocal:                       Pilar Pedraza

- 3er. Vocal:                        Oscar Ruiz

Les deseamos éxito en la nueva gestión y que sus objetivos se cumplan para beneficio del PENCOCHABAMBA y el PEN BOLIVIA.


martes, 1 de septiembre de 2015

Literatura y Compromiso: Entrevista a Constantino Bértolo Cadenas



Por: Gonzalo Santos

Constantino Bértolo Cadenas es tal vez uno de los editores más experimentados y singulares de la escena editorial española. Miembro de la resistencia antifranquista y activo militante de una literatura comprometida, en sus más de treinta años en el oficio (hoy está jubilado) libró sus batallas en editoriales como Debate o Caballo de Troya, el sello de Random House desde donde apostó a narrativas o propuestas ajenas al mainstream (ha editado, entre otros, a quien ahora termina editándolo a él: Damián Tabarovsky), apuesta que también llevó a cabo desde la crítica literaria que ha ejercido en medios como El País o la revista El Urogallo.

En La cena de los notables, ensayo publicado en España en 2008 y editado ahora por Mardulce, Bértolo reacomoda las piezas del mundillo literario y va contra algunos de sus lugares comunes: el lector como Robinson aislado y autosuficiente, la lectura como diálogo íntimo entre autor y lector, el crítico como mediador entre ambos. Desde una perspectiva marxista, o neomarxista, se opone al pacto de ficción del que hablaron teóricos como Umberto Eco (“El texto no es un sujeto con voluntad propia, no tiene capacidad de negociar con el lector”, me dirá después), y propone en cambio un “pacto de responsabilidad” en virtud del cual el escritor debe apartarse de la poética hegemónica que interpela al lector como cliente y asumir el compromiso que deriva de la utilización de la palabra pública que la comunidad le cede. Durante el desarrollo de la lectura, afirma en el libro, no se produce una “suspensión del juicio”; al contrario: “La lectura requiere mantener y utilizar nuestra capacidad para enjuiciar conductas”, sostiene. Desde ese punto de partida, y recurriendo a textos de Flaubert, London o Stevenson, esboza una teoría de la lectura en algunos puntos similar a la de las estéticas de la recepción, pero radicalmente distinta en sus postulados básicos.

El libro, que ya ha sido editado también en Brasil y en Serbia y de a poco se va convirtiendo en una obra de referencia para la teoría y la crítica literaria contemporáneas, entre otras cosas permite repensar y resignificar una cuestión que hoy ya no se discute: el compromiso del escritor, pero también el del lector, el del crítico y el del editor. En poco tiempo, Bértolo estará en Argentina invitado por el Filba Internacional, y aprovechará la ocasión para presentarlo.
—En el libro se advierte un énfasis en la capacidad de enjuiciar conductas que promueve la lectura literaria, y eso lo lleva a proponer una “literatura de argumentos” y a postular como ideal un “narrador democrático” que brinde toda la información posible para que el lector establezca libremente un juicio crítico. Ahora bien, ¿no está acaso atribuyéndole a la novela, que es el género en el que usted se detiene, un objetivo de persuasión parecido al de otro tipo de discursos?
—Defiendo la figura del “narrador democrático” porque entiendo que en una narración lo que se nos propone es “compartir –desde adentro– una experiencia de interés humano”. Toda novela es una especie de juicio civil en el que se nos da cuenta de las conductas de los personajes. Desde ese entendimiento planteo la necesidad de que se nos ofrezcan a los lectores todas las claves y argumentos posibles que explican esas conductas a fin de que podamos decidir sobre lo que en la narración se argumenta. Esto no implica que sólo las narraciones democráticas sean las buenas y que sólo ellas debieran existir. No se trata de plantear esto como una exigencia. Entiendo que la novela y sus lecturas implican la necesidad de introducir estrategias de seducción como el suspenso o la cursilería sentimental o intelectual, pero también defiendo que los lectores debemos analizar con qué tipo de seducción nos estamos encontrando. No vaya a ser que de la “suspensión del juicio” resulte un embarazo no deseado (aunque ciertamente los modernos anticonceptivos han rebajado notablemente estos peligros). No defiendo la lectura con preservativo, pero tampoco me parece adecuado andar por la vida literaria con los ojos cerrados.
—Respecto de la práctica de lectura silenciosa que se extiende a partir de la imprenta, usted afirma que ha producido la ilusión de que la literatura no es más que un “diálogo de intimidades” y que ha hecho que el pacto de responsabilidad se diluya. Sin embargo, ¿no ha tenido algún efecto positivo? Pienso, por ejemplo, en las transformaciones cognitivas de las que habla Walter Ong.
—Sin duda que la lectura silenciosa ha supuesto el desarrollo de facultades muy importantes. Baste con señalar, como hacen Ong y otros, que es la escritura y su contracara, la lectura silenciosa, lo que permite la aparición de “el estudio” como actividad fundamental de lo que hoy llamamos condición humana. Pero como toda tecnología, también conlleva peligros; por ejemplo, esa tentación de “sentirnos divinos” y por tanto autosuficientes, inefables o incomprendidos. Entiendo que la llamada “vida interior”, ese concepto tan nefasto desde mi punto de vista, es consecuencia en buena parte de esa actividad lectora en soledad. La vida interior como la única vida auténtica, una “autenticidad” sólo comparable con la que curiosamente se le otorga también al sexo. Pero así como en el sexo está “el otro” –incluso en la masturbación–, en la lectura están siempre los otros, los significados compartidos, el lenguaje común, además del editor, el crítico, la educación y demás instancias que intervienen en la lectura.
En relación con el crítico, Bértolo sostiene que su lugar no está entre el autor y el lector, como se suele creer, sino entre éste y la propuesta editorial, que es lo que en definitiva termina juzgando. Quien ejerza esa actividad, afirma en el libro, debe ser capaz de “leer su lectura”, es decir, poner sobre la mesa –y no sobre la mesa de los notables, por cierto– los supuestos metaliterarios e ideológicos desde los que lee, y analizar si los textos son positivos para la “salud semántica de la comunidad”. Aunque reconoce que actualmente el género, la crítica, se acerca cada vez más a la publicidad encubierta: el crítico, como parte del mercado literario –muchas veces autor él también–, termina produciendo meras “mercancías con valor de cambio para sobrevivir en el duro juego de la oferta y la demanda cultural”.
—¿Qué posibilidades hay hoy para una crítica que se oponga a los discursos del poder?
—Pocas, porque los espacios culturales conservadores hegemonizan actualmente los medios de expresión donde la crítica se produce, mientras que los grupos que proponen un entendimiento de lo literario diferente apenas tienen visibilidad y reconocimiento y, cuando lo alcanzan, pronto son acusados de dogmatismo, estalinismo cultural, ignorancia o politicismo por parte de los dogmáticamente antidogmáticos, los defensores del realismo socialdemócrata, los que venden su sabiduría en el mercado cultural o los que piensan que la política intoxica el arte. En función de esto cabe pensar que la posibilidad de una crítica que se oponga a los discursos del poder dependerá proporcionalmente de a qué clase de poder se oponga, del grado de radicalidad o insistencia con que lo haga y de los medios materiales de producción y expresión de los que disponga.
—¿Sigue siendo posible, tanto para el crítico como para el escritor, encontrar legitimidad fuera del mercado?
—La legitimidad es un concepto que remite a su vez al concepto de comunidad en cuanto instancia con capacidad para legitimar el uso de las palabras colectivas. El problema es que en sociedades divididas en clases, como la nuestra, es la correlación de fuerzas la que determina el poder para homologar o legitimar, y, en la actual correlación de fuerzas, es la clase que se identifica con los valores del mercado capitalista la que detenta y usa ese poder de manera hegemónica. Pero la hegemonía no debe identificarse con la totalidad ni debe entenderse que no crea y encuentra tensiones y discrepancias que a su vez producen espacios sociales o culturales que no aceptan esos valores. Cierto que esas otras instancias son hoy escasas, débiles y tienen poca capacidad para intervenir en el conjunto social pero, así como algunos entienden que la universidad o la academia se mueven con otros valores y por lo tanto tienen capacidad para legitimar más allá o más acá del mercado, también podríamos sostener que hay espacios sociopolíticos que rechazan y combaten esa insidiosa usurpación de lo legítimo que el mercado pretende monopolizar.
—¿Pero no terminan mercantilizándose incluso los espacios de resistencia?
—El problema, efectivamente, es que esos posibles espacios, en los que cabría incluir determinados espacios religiosos, apenas poseen medios de producción y expresión propios, y apenas ocupan territorios sociales representativos y con capacidad para reconocerse y visualizarse sin tener que recurrir al mercado capitalista, por lo que acaban viéndose obligados a convivir con las manos visibles que lo manejan, resultando muy difícil no ser abducido. A ese respecto, me parece bastante oportuno reflexionar sobre propuestas como la del “cinismo ético” de Luis Camnitzer en tanto estructura moral basada en “la idea de que prostituirse a sabiendas es mejor que prostituirse inconscientemente. En el primer caso es estrategia, en el segundo es corrupción”.
—¿Cómo ve el panorama editorial hoy en día?
—En España me sigue llamando la atención que las nuevas editoriales independientes no centren la construcción de sus catálogos en la búsqueda y la edición de nuevos autores en lengua castellana, sino, de manera mayoritaria, en traducciones de autores de otras lenguas y ya homologados. En ese sentido, no dejo de admirar las líneas de las nuevas editoriales independientes de Argentina, Chile, México, Bolivia o Uruguay y otros países latinoamericanos que buscan, y encuentran, literaturas más arriesgadas e interesantes que las que se producen en la madrastra patria.

Fuente: http://www.perfil.com/cultura/Literatura-y-compromiso-20150829-0061.html

martes, 25 de agosto de 2015

Fallece Marta Orsini, impulsora de la educación y comunicación popular

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Tragaluz, Los Tiempos

El Arzobispado de Cochabamba, en su página digital, informó ayer del fallecimiento de Marta Orsini Puente, “una laica consagrada e impulsora de la educación y de la comunicación popular” en Bolivia, autora de varios libros sobre temas educativos.

Orsini nació en Sucre en 1941, colaboró durante muchos años, en la producción bibliográfica del sacerdote oblato Gregorio Iriarte, quien falleció en octubre de 2012.

¿Quién fuiste y qué dicen de ti? es el título de un libro que Orsini publicó en 2013, en memoria a Iriarte, que recoge 80 testimonios sobre la figura del sacerdote.

El sacerdote Guillermo Siles, en su cuenta en Facebook, escribió que Orsini falleció la noche del domingo en la ciudad Argentina de Córdoba.

“Marta desde hace unos años sufría problemas del páncreas. Pero últimamente pensó hacerse intervenir quirúrgicamente en Argentina donde se fue (...) Parecía que todo iba bien, pero las complicaciones se vinieron y lamentablemente después de la operación se fue complicando. Anoche (domingo) la directora del instituto teresiano, a la que pertenecía, Animaría García, informó del fallecimiento por un paro cardiaco”, escribe.

“Marta nos ha dejado una cantidad de experiencias de vida y de trabajo. Ella consagró su vida a la educación popular y nos motivó siempre, junto con Gregorio Iriarte al análisis crítico de la realidad. Paz en su tumba”, concluye Siles.

El miércoles 26 a partir de las 16:00, los restos de Orsini serán velados en La Capilla (avenida Villarroel).

Fuente: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/tragaluz/20150825/fallece-marta-orsini-impulsora-de-la-educaci%C3%B3n-y-comunicaci%C3%B3n_313110_693583.html

viernes, 14 de agosto de 2015

MARIANO BAPTISTA GUMUCIO



Fuente: Los Tiempos, Demetrio Reynolds*

Los grandes espíritus atesoran un secreto talismán donde se sustenta la voluntad y de donde emana la fuerza para la acción y el pensamiento; es el motor que impulsa hasta agotar el último aliento de la vida… En los años 50 tras abandonar la militancia política, dice Baptista, “tomé partido de una manera apasionada por la cultura”, con una profesión de fe en que “su fomento y expansión salvaría a Bolivia”, ya que las riquezas materiales como la plata y el estaño “sólo nos han traído desgracias”.

La cultura viva, la que identifica, no está en los recintos burocráticos urbanos, está en los caminos, los paisajes y los pueblos. Cámara en mano, Baptista se interna por todas las vías posibles. Viajero impenitente y documentalista acucioso; observa, anota y traslada a la pluma y a la pantalla todo cuanto valioso encuentra. “Mi propósito fue hacer conocer nuestro territorio,…y elevar la autoestima y la fraternidad entre los bolivianos”. Los libros, las revistas, las separatas en los periódicos son el testimonio de esa inquietud.

Ese quijotesco periplo le deparaba a veces sorpresas. Hay gente que ni regalado quiere recibir un bien cultural. Recelo y miedo la mantienen abroquelada. Cuenta don Mariano que en Potosí, para entregar gratuitamente unos libros, tuvo que esperar dos  años; en Cochabamba tuvo mejor suerte: sólo algo más de un año le hicieron esperar para lo mismo. En otra ocasión se topó de plano con ese fatídico invento boliviano de cerrar con bloqueos los caminos. Y en el oriente, horas y horas  sobre el lomo ondulante de los ríos.  En toda actividad humana suele haber heroísmo. He ahí un ejemplo.

En tres campos se afincó mayormente su esfuerzo. El periodismo es una actividad de combate, “se pelea cuando se dice la verdad” (Martí). Pero ninguna tarea más ingrata, dice nuestro autor: “La edición de ayer ya no interesa a nadie, pero paradójicamente registra la historia del presente”.

La palestra de Última Hora, del que fue su director, le propició otra tarea. “Mi vocación periodística alimentó y fortaleció mi devoción por la historia”. Un conjunto de nombres célebres  y otros tantos libros  conforman la serie de estudios biográficos, junto a otros de carácter netamente histórico. En el rubro del ensayo figuran temas de gran interés nacional abordados con valentía y profundidad en el análisis crítico.

Al tema educativo dedicó varios volúmenes; los títulos de dos de ellos sonó a provocación para los levantiscos dirigentes sindicales: “Salvemos a Bolivia de la escuela” y  “La educación como forma de suicidio nacional”. Contienen la visión de una realidad insoslayable. ¿A qué escuela se refiere? A la que encierra “con crueldad 12 años a niños y jóvenes  en aulas que más parecen cárceles”.

Por la vasta producción bibliográfica y su incesante afán por la cultura, Baptista Gumucio es ante todo un gran ensayista como  Rodó, como Uslar Pietre, como Vargas Llosa: el mismo coraje, la misma pasión, con talento lúcido en el manejo de la pluma. A lo largo de sus páginas corre una prosa amena, sobria y precisa; un estilo atractivo que matiza a veces la áspera reacción inevitable con una sutil ironía. Al decir de Augusto Céspedes, está “escrita con piedad, pero no con amargura”.  

Concluyamos esta semblanza. Desde esta columna, los escritores del PEN Bolivia saludan con pleitesía a don Mariano Baptista Gumucio, significando su presencia  como una ofrenda a la tierra natal y a la vez de ésta el homenaje, por intermedio de aquellos, al ilustre hijo que la visita.

*El autor es escritor, miembro del PEN Bolivia.

RESALTAN LEGADO DE MARIANO BAPTISTA



Fuente: Periódico Los Tiempos

La organización de Poetas, escritores y Narradores (PEN), además de intelectuales, artistas, familiares y amigos rindieron ayer un homenaje a Mariano Baptista Gumucio, de quien resaltaron su gran legado de escritor, periodista, historiador e impulsor de la cultura, una trayectoria reflejada en más de 60 obras y un extenso currículum.

El presidente del PEN filial Cochabamba, Iván Prado Sejas, a tiempo de entregarle las plaquetas de reconocimiento y nombramiento de miembro honorario del PEN, destacó la prolífica labor de Baptista, quien, además fue tres veces ministro de Educación y director del diario Última Hora.

La expresidenta del PEN Melita del Carpio, resaltó su aporte a la educación con obras como “Salvemos a Bolivia de la Escuela”, y destacó el haber rescatado en sus ensayos a los escritores clásicos del olvido.

La escritora Pilar Pedraza recordó todas sus distinciones, como el Premio Nacional de Cultura, Premio Nacional de Periodismo, Premio Andrés Bello y otros. También hizo extensiva la felicitación del director de Los Tiempos, Juan Cristóbal Soruco, quien se hallaba en La Paz por razones familiares.

El tenor Gastón Paz mencionó a varios miembros de la familia Baptista en la historia nacional.

El homenajeado, en tanto, dijo que tomó partido por la cultura, porque creyó que era lo único que podría salvar a Bolivia, pues eso no lo logró ni el salitre ni la goma ni el petróleo.

Finalmente, pidió apoyo para la creación de dos museos en Cochabamba, uno para Simón Patiño, y otro para los escritores Man Césped y Augusto Céspedes. “Si Cochabamba quiere apostar al turismo no basta con su clima y su gastronomía, tiene que hacer conocer su cultura y su historia”, concluyó.

jueves, 6 de agosto de 2015

"Bolivia en la coyuntura" de Gonzalo Lema


6 DE AGOSTO
Redacción Central, Periódico Los Tiempos, 6 de agosto

Este 6 de Agosto encuentra al país en tránsito hacia una etapa más compleja que los años anteriores, que exige una mejor y más transparente gestión pública y, sobre todo, abrir espacios de concertación interna

Recordar el día en que se creó el país no es un mero acto más. Se trata de reafirmar la más clara voluntad de consolidar nuestra presencia geográfica, política, cultural y social en el mundo contemporáneo, con toda la diversidad que ostentamos y con una vocación de unidad democrática que trascienda los obstáculos que se presentan.

Es un día en que debemos evaluar qué se ha hecho y lo que nos falta por recorrer. Para ello, un norte que debe guiar el análisis es que la ciudadanía quiere fortalecer el país en forma democrática, opción que prima desde 1982 y que ningún proyecto ideológico diferente ha podido eliminar. Asimismo, queremos ser un país inclusivo y con justicia social que reduzca las brechas existentes y ofrezca a su gente las condiciones básicas para vivir en forma digna.

Pese a las adversidades, es posible creer que la gran mayoría de los habitantes de Bolivia queremos un país seguro, dialogante y eficiente en la atención de las distintas demandas que hay dados nuestros limitados recursos y nuestras inmensas necesidades. De una u otra manera, parecería que hay hastío de las confrontaciones y del método de la imposición, pero, paradójicamente, hay dudas de los acuerdos fáciles o poco transparentes.

Somos un país con una población dispuesta a recoger los grandes retos que lanza el mundo globalizado, sin perder sus propias características. Formal o informalmente son cada vez más los ciudadanos, hombres y mujeres, que se insertan en este mundo, más allá de las corrientes ideológicas a favor o en contra que desde los centros de poder creen interpretar a la gente.

Para usar una frase manida, somos un país en busca de su destino. Un destino en el que sea posible no angustiarse en el corto plazo, sino que vaya adquiriendo destrezas para ver el mediano y largo plazo, subordinando al interés general los legítimos intereses corporativos o particulares.

En homenaje a este 6 de Agosto, hemos preparado productos especiales para conocer mejor el país. A las revistas Red Vial de Bolivia y Alimentos Nativos, las láminas históricas y “Bolivia en la coyuntura” de Gonzalo Lema, que publicamos desde el 1 de agosto, se suman en esta edición dos revistas “M” e histórica, los suplementos “La Bolivia de hoy, 2006-2015”, un estado de situación del país, y “Percepciones sobre Bolivia”, los resultados de una encuesta de opinión aplicada por Ciudadanía, institución con la que, junto a Ceres, conformamos el Foro Regional. Los datos muestran la Bolivia profunda y nos lanzan interesantes desafíos.

Este 6 de Agosto encuentra al país en tránsito hacia una etapa más compleja que los años anteriores, que exige una mejor y más transparente gestión pública y, sobre todo, abrir espacios de concertación interna que nos permitan enfrentar las dificultades que se prevé se presentarán. Además, estamos a medio camino de la ejecución de una nueva estrategia de retorno al Océano Pacífico, labor que nos exige comprometernos a respetar y no utilizarla con fines secundarios.

Como siempre, Bolivia, en este 6 de Agosto, nos lanza el desafío de seguir construyendo una nación soberana, democrática y con justicia social.

lunes, 6 de julio de 2015

SOY DE NINGUNA PARTE, de Demetrio Reynolds


“Con nervioso y condensado estilo, el autor narra las vicisitudes de un bachiller que enfrenta la dramática disyuntiva de seguir una carrera profesional en la ciudad o quedarse en su pueblo junto a la mujer que adoraba”. Los Tiempos

martes, 30 de junio de 2015

Con Melita del Carpio inicia Tablas Cochalas



Por Claudia Gonzales Yaksic - Los Tiempos - 29/06/2015

Con la pieza “De Damas y Cerdos (o los buenos modos)”, la actriz Melita del Carpio, bajo la dirección de María Peredo y María Julia Ruiz, inaugura esta noche a  las 19:30 en el Teatro Adela Zamudio, la tercera versión de Tablas Cochalas.

Esta obra, basada en textos de Rosalba Guzmán, Jorge Chamorro y Marcelo Sosa, trata de una mujer fina y madura con capacidades para predecir el futuro.

“Increíblemente la temática se ha transversalizado en todas las obras”, dice Wiler Vidaurre sobre esta muestra teatral de la que participan siete elencos: Teatrografía (Del Carpio), Nuezteatro, Hecho a Mano, Elwaky, Makhurka Teatro, Escuela de Arte y Talentos y lApuesta.

“No nos hemos puesto de acuerdo ni nada y es tema mujer. Así todos en defensa de la mujer; que es el reflejo de la situación, de lo que está ocurriendo  en Cochabamba”, ciudad que tiene el índice de feminicidios más alto del país.

“Nosotros tenemos el arte comprometido y de alguna manera no estamos manifestando no orientaciones ni moraleja ni nada por el estilo, sino simplemente nuestro punto de vista como artistas”, dice Wiler --principalmente-- de las temáticas de

“De damas y cerdos”, “O Varios” y  “La otra”, “Casa matriz”, “Dios creó las diferencias” y “Dime que me quieres”. Sin embargo, aclara que “Historias de Circo” y “Asilo San Patricio”  también hacen referencia a la mujer.

Para este 2015 y desde el año pasado vienen trabajando en la gestión de Tablas Cochalas Wiler Vidaurre y Grover Loredo, trabajo que es rotatorio entre todos los integrantes de los siete elencos parte de este colectivo que nació hace cuatro años, a iniciativa de Bernardo Franck, Claudia Eid y Wiler Vidaurre, con los objetivos básicos de reunir a la gente que hace teatro en Cochabamba, ver sus preocupaciones, ayudarse entre ellos (en una especie de ayni) y ocupar una de las salas del municipio, específicamente el Adela Zamudio, ya que el Teatro  José María Achá anda generalmente ocupado con danza y música folklórica. “No estoy en contra --dice Wiler--, pero ocupan más espacio ellos y para teatro no hay casi nada”.

Funciones

Durante cinco días, desde hoy  hasta el sábado, se presentarán las obras a las 19:30 en el Adela Zamudio y las entradas para cada función estarán a la venta desde las 19:00 a un precio subvencionado de Bs 20. Excepto las funciones matinales (11:00) del viernes y el sábado que serán gratuitas y donde se presentan “Historias de Circo”, de Elwaky y bajo la dirección de Carmen Cárdenas; y “Dios creó las diferencias”, de la Escuela de Artes con la dirección de Vidaurre.

El dinero que se recaude en cada función irá directamente al elenco que se presente, además de un incentivo económico que otorga la Alcaldía de Cochabamba a través de la Secretaría de Culturas, esto tomando en cuenta que Tablas Cochalas es parte del POA desde el año 2013.

Siguiendo el cronograma de presentaciones, mañana, bajo la dirección de Enrique Escóbar,  estará en el escenario Nuezteatro interpretando “O varios” y “La otra”. El jueves Mariel Dorado dirigirá “Casa Matriz” y al elenco de Hecho a Mano; el viernes Ivette Mercado presenta con Makhurka “Asilo San Patricio” y el sábado Jorge Alaniz “Dime que me quieres” con lApuesta.

Proyectos 2016

Para la cuarta versión de Tablas Cochalas 2016, se tiene la intención de multiplicar la participación de grupos de teatros y también que alrededor de la muestra exista formación.

“Queremos invitar a dramaturgos de otros lugares que cuenten nuestra experiencia y se lleven la nuestra. Queremos invitar programadores para que vayamos a otros festivales nacionales e internacionales, y también queremos tener invitados del resto del país para que vengan, participen y compartan esta experiencia de Tablas Cochalas. Éste es más o menos el trabajo que tenemos pensado para el año que viene”, asegura Wiler Vidaurre.

Fuente: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/tragaluz/20150629/con-melita-del-carpio-inicia-tablas-cochalas_306713_678446.html

lunes, 22 de junio de 2015