El 17 de abril de 2024, en el café Cowork, tuvimos nuestra sesión literaria alrededor de la poética de Norah Zapata. Una bella velada sobre poesía llena de reflexión a través de la pluma de Norah, con la autora presente hablando de su vida y leyendo algunas de sus creaciones. ¡Gracias Norita! Elena, Rosalba y Alejandra hicieron valiosos aportes teóricos y todos los otros impresiones y puntos de vista muy valiosos. Disfrutamos de la poesía de Norah y de su testimonio. Gracias también a Sacha Caballero por su intervención.
PENBOLIVIA, filial COCHABAMBA
viernes, 26 de abril de 2024
Coloquio literario con Norah Zapata-Prill
martes, 2 de abril de 2024
Presentación del libro "Un mundo sin miedo" de Milena Montaño Cavero
¡Era momento de celebrar la magia de la literatura! Así fue en la presentación del libro “Un mundo sin miedo” de Milena Montaño Cavero, una obra que promete cautivar a los corazones de los más pequeños y desafiar mentes.
En su intervención Melita del Carpio
El cantautor Hugo Laguna, amenizando magistralmente la velada
sábado, 30 de marzo de 2024
Presentación del libro Eclipses (Norah Zapata-Prill)
Pen Bolivia/filial Cochabamba rendió homenaje a Norah Zapata-Prill en el Centro Simón Patiño durante el acto de entrega de su último libro: "Eclipses", un bello poemario donde su calidad poética alcanza niveles de plenitud y excelencia. Estuvieron en la testera Norah Zapata, Benjamín Chávez, Vilma Tapia, Rosalba Guzmán Soriano , Alba Paz Soldán, y Melita del Carpio. Un auditorio repleto escuchó a esta gran poeta nuestra y para disfrutar de su poesía.
jueves, 28 de marzo de 2024
Mejor me callo
Como es sabido, en los últimos años, la situación al respecto se deterioró
bastante en Bolivia. Especialmente, la presión del gobierno sobre la prensa
independiente ha aumentado considerablemente. Cada vez más periodistas son agredidos
y amenazados; el año pasado incluso un periódico y una radio se vieron
obligados a cerrar (Página Siete y Radio FM Bolivia en los Yungas), y otro
periódico (Los Tiempos) fue adquirido por un empresario cercano al gobierno, lo
que fue una especie de adquisición forzosa porque estaba acorralado
económicamente. Por esta razón, en Bolivia cada vez existen menos medios de
comunicación independientes u opositores, y los que aún existen muchos suelen
autocensurarse para evitar ser incluidos en la lista negra del gobierno.
Por consiguiente, durante el evento en homenaje al día de la poesía pusimos la instalación „Mejor me callo“ y una silla vacía dedicada a los medios de comunicación mencionados, cuyos nombres y logos se proyectaban a la pantalla en el escenario mientras se leían las poesías multilingües tales como se leen usualmente en esa oportunidad. El año pasado constatamos una veintena de 21 vulneraciones a la libertad de expresión, documentadas en la prensa, sobre todo en los diarios Los Tiempos, El Deber y Correo del Sur. La Asociación de prensa (ANP) a su lado reportó un total de 73 agresiones físicas y verbales a periodistas de diferentes medios de comunicación. Con estos índices, se ubica a "Bolivia como uno de los países de más alto riesgo en el ejercicio libre del periodismo". Definitivamente, no son buenas noticias y lamentablemente las cosas no apuntan a mejorar.
lunes, 11 de marzo de 2024
En memoria de Gaby Vallejo
De niña, Gaby Vallejo fue testigo de la revolución
de 1952, cuando los siervos fueron liberados del régimen feudal y la tierra se
repartió a quienes la trabajaban. Describió estos acontecimientos en su novela
"Hijo de Opa", con la que ganó en 1976 el premio de novela "Erich
Guttentag" establecido por el editor Werner Guttentag. Desde entonces, el
libro se convirtió en un clásico de la literatura boliviana y en uno de sus
mayores éxitos de venta. A parte de innumerables reediciones, fue traducido al
inglés y llevado al cine. La obra no sólo manifiesta los destinos humanos de
las víctimas, sino también de los agresores a través de los hijos de un
terrateniente que lo pierden todo en la reforma agraria mencionada. El
latifundio y la servidumbre, implantados a la llegada de los españoles en el
siglo XVI y mantenidos hasta 1952, eran sin duda las principales causas de las
injusticias sociales y raciales que aún hoy existen en Bolivia hasta hoy en día
pese a los importantes progresos que se han logrado en los últimos tiempos.
Ya en 1973, la joven escritora se dio a conocer
cuando, en plena dictadura militar, publicó la novela "Los
Vulnerables", en la que reflexionaba sobre el entorno y el fracaso de la
guerrilla urbana a través un grupo de adolescentes y estudiantes que apoyaban
la lucha del Che Guevara en Ñancahuazu. "Sí, claro, era literatura de
protesta, de denuncia y crítica social en el sentido del Che Guevara", afirmó
en una de nuestras conversaciones. Gaby Vallejo y otros escritores de
mentalidad abierta, incluido su editor Guttentag, arriesgaron literalmente su
pellejo en aquella época. Este círculo adquirió una gran notoriedad no sólo en
Bolivia, sino también en el resto del continente y con sus libros contribuyó,
sin ninguna duda, decisivamente a crear el clima intelectual para el retorno a
la democracia y a lograr una fortificación de los valores nativos en la
sociedad boliviana.
Tras el retorno a la democracia en 1982, Gaby
Vallejo fue una de las primeras autoras bolivianas que abogó en sus libros por
la emancipación de la mujer. Inolvidable quedó el episodio en el que, con
motivo del 50 aniversario de la editorial Los Amigos del Libro, rechazó un ramo
de flores que quisieron entregarle. "Todos los varones recibieron un
paquete de libros y las mujeres un ramo de flores", contó sonriendo. "Cuando
llegó mi turno, agarré el micrófono y dije que yo era una mujer que leía
posiblemente más que todos los hombres juntos que habían recibido un paquete de
libros, así que, por favor, que a mí también me regalen libros en vez de flores.
Me dieron los libros, y entregué mis rosas al hombre que subió al escenario a
continuación".
Gaby Vallejo, maestra y pedagoga de formación,
también escribía literatura infantil, y eso con el mismo compromiso que mostró en
la literatura de protesta y de mujeres. Ejemplos de ello son los cuentos
"Juvenal Nina" (1981) y "Mi primo es mi papá" (1989).
Juvenal Nina es un niño campesino que es transportado milagrosamente al pasado
y experimenta la grandeza de sus antepasados, los incas. En "Mi primo es
mi papá" influyó la experiencia de vida de la propia escritora referente
al machismo y la violencia, muy extendidos en nuestro país. Según sus palabras,
escribió la historia para concientizar a sus hijos respecto al tema, entre
ellos Américo que más tarde lo perdió trágicamente por una enfermedad.
Igualmente demostró su compromiso para los más
pequeños, cuando con un grupo de profesoras fundó una biblioteca para niñas y
niños socialmente desfavorecidos, llamada Thuruchapitas,
"mejillas de barro". Parte de esta actividad consistían en la
organización de rondas escolares, mesas redondas de niños lectores, diferentes
talleres y campañas de lectura en las cuales, por ejemplo, varios autores leyeron
sus obras en micros de transporte público. Enseñó durante mucho tiempo como docente
de literatura en la Universidad Mayor de San Simón y fue la iniciadora y
presidenta del centro PEN Bolivia, una asociación internacional de escritores
que defiende la libertad de expresión.
Durante su gestión en PEN, una vez el gobierno
retrasó el pago de un importante premio de literatura, dotado con una suma de
dinero, porque el ganador había sido supuestamente "racista" y había
publicado artículos de prensa críticos con el Gobierno. "Una democracia no
tiene por qué tener miedo a las palabras", declaró en esa oportunidad valiente
y públicamente. "Sólo las dictaduras tienen miedo a las palabras".
Gaby Vallejo acababa de cumplir 70 años en ese momento y no estaba cansada ni callada
para nada – y así fue hasta el día de su sorpresivo fallecimiento hace unas
pocas semanas atrás.
Por Stefan Gurtner, educador y escritor, miembro de
PEN-Bolivia filial Cochabamba
domingo, 21 de enero de 2024
COMITÉ DE MUJERES ESCRITORAS
GABY VALLLEJO
FUNDADORA DEL COMITÉ DE ESCRITORAS EN EL PEN BOLIVIA
Con hondo pesar despedimos a la célebre escritora boliviana Gaby Vallejo Canedo, fundadora del Comité de Escritoras en el PEN Bolivia. Gaby Vallejo, además de ser una de las más renombradas escritoras bolivianas junto a Adela Zamudio, fue nuestra embajadora cultrual llevando en alto el nombre de Bolivia a numerosos eventos y generando programas de lectura y escritura a nivel nacional e internacional.
El día de ayer, 20 de enero, Gaby emprende su último viaje esta vez sin retorno, dejando un rastro de estrellas y luces que iluminan el nombre de Bolivia.
Vallejo fundó la revista TELURIA del Comité de Mujeres Escritoras - PEN Internacional, promoviendo desde ese espacio la escritura de mujeres bolivianas, en todos sus géneros.
Rebelde, contestataria, valiente e infatigable en su desición por abrir espacios para la escritura de mujeres, para que su voz se oiga, para que brote su palabra, Gaby impulsó en múltiples escritoras bolivianas ese deseo y acto de escritura promoviendo sus libros y generando proyectos para la difusión no sólo de sus propias obras sino también de las otras mujeres escritoras.
Su huella, su luz, y energía siempre luminosa, está encendida en el espíritu de mujeres escritoras de que tuvimos el privilegios de conocerla, de seguirla y de tener su amistad y su ejemplo de integridad, valentía, agudo sentido crítico y generosidad. Así se queda entre nosotras las mujeres escritoras, trascendiendo por siempre.
sábado, 20 de enero de 2024
In Memorian - Gaby Vallejo Canedo
Una vida dedicada a la literatura
GABY VALLEJO CANEDO
Q. E. P. D.
Lloramos su partida y expresamos a su distinguida familia nuestra solidaridad en este momento de dolor y luto para la cultura boliviana.
miércoles, 17 de enero de 2024
COMITÉ ESCRITORES ENCARCELADOS
El comité de escritores encarcelados del PEN Bolivia Cochabamba velando por la libertad de expresión
"El Comité de Escritores en Prisión de PEN Internacional trabaja en nombre de los escritores perseguidos en todo el mundo. Establecido en 1960 en respuesta a los crecientes intentos de silenciar las voces disidentes por parte de escritores encarcelados, el Comité de Escritores en Prisión monitorea los casos de hasta 900 escritores anualmente que han sido encarcelados, torturados, amenazados, atacados, hechos desaparecer y asesinados por el ejercicio pacífico de su profesión. Publica una lista de casos semestral que documenta violaciones de la libertad de expresión contra escritores de todo el mundo.
El comité también coordina las campañas de los miembros de PEN International que apuntan a poner fin a estos ataques y a la supresión de la libertad de expresión en todo el mundo.
También es miembro del Grupo de Vigilancia de Túnez de IFEX (TMG), una coalición de veintiún organizaciones de expresión libre que comenzaron a presionar al gobierno tunecino para mejorar su historial de derechos humanos en 2005. Desde los acontecimientos de la Primavera Árabe que llevaron al colapso del gobierno tunecino, TMG ha trabajado para garantizar garantías constitucionales de libre expresión y derechos humanos dentro del país.
El 15 de enero de 2016, PEN Internacional se unió a las organizaciones de derechos humanos Freemuse [de] y la Internacional Campaign for Human Rights in Iran, junto con otras siete organizaciones, para protestar contra el encarcelamiento en 2013 y la sentencia en 2015 de los músicos Mehdi Rajabian y Yousef Emadi, y del cineasta Hossein Rajabian, y pidió al jefe del poder judicial y a otras autoridades iraníes que retiren la cargos contra ellos." (Pen Internacional)
SOCIEDADES INDÍGENAS DE PAZ
Experiencias de investigación y vida en torno a los matriarcados
por Alejandra Carranza Gómez-García
En tanto las madres en la franja de Gaza huyen del terror, la muerte de sus hijos, la destrucción de sus casas, sus ciudades y sus sueños, aquí algunas madres y quienes somos afines a la cultura de paz exigimos un esfuerzo por la búsqueda de una paz no idealista, que tenga un sustento en ejemplos de sociedades con un tipo de organización que hace posible la continuidad de la vida. Es tal nuestra responsabilidad como investigadoras de la experiencia de paz, es tal nuestra responsabilidad como estudiosas de las sociedades matriarcales. Al aceptar la existencia de otros mundos que ya son posibles en armonía, se comprenderá que la solución debe darse a escala también global, pues no sólo los problemas son los mismos en distintas partes del mundo, aunque en diferentes grados, sino que de igual modo las evidencias arqueológicas, antropológicas y filosóficas (por lo tanto, en diversas culturas) apuntan a una misma propuesta organizativa que se identifica como matriarcal, de acuerdo a los estudios que ha sistematizado la filósofa Heide Göettner-Abendroth, entre otros autores.
El resultado de esta tendencia que estamos marcando en nuestro país con las líneas de pensamiento del matriarcado, como de las culturas de paz, ha decantado, por ejemplo, en la tesis de filosofía de Renato Choque Flores: “Ayni, concepto homeomórfico pro paz y vida”, que ha sido aprobada con honores en la carrera de Filosofía y letras de la ciudad de Cochabamba este 2013, y de la cual tuve el placer de ser tutora. Esto es lo que buscamos hacer sembrando estas vetas investigativas: orientar la exploración de nuestras culturas de modo que puedan ser un aporte a la formación de un mundo más apto a la vida para las siguientes generaciones biológicas, no sólo humanas.
El pensar lo político más allá del Estado pasa por pensar las sociedades más allá del patriarcado. En ese sentido, el gran vacío criticable en los feminismos es que han tardado en reconocer y, en algunos casos, continúan desconociendo la importancia de la existencia de las sociedades indígenas de paz, que son matriarcales, y una evidencia viva e histórica de lo que son las organizaciones humanas armónicas con la vida. La intención final de esta exposición es que se distinga el para qué del ser indígena, dado que en la historia se ha identificado éste con la rebelión y la violencia que conlleva la liberación, la emancipación, olvidando la verdadera esencia de las culturas, así como dando lugar a su manipulación y utilización como carne de cañón, cada vez que se da una revuelta social. Las masas sacrificadas son de gente indígena, como se les denomina, pero en realidad el ser indígena de paz se identifica con una actitud armónica con la vida, principalmente, y no con el color de la piel o el folklorismo capitalista.
Parto por manifestar que esta ponencia fue parte de las IV Jornadas de Fundamentos y Aplicaciones de la Interdisciplina (JFAI, abril de 2023), un evento que tuvo el objetivo de reunir a investigadores y estudiantes de diversas disciplinas académicas cuyos trabajos están atravesados por preguntas multi, inter o transdisciplinarias, para discutir los fundamentos y aplicaciones de la investigación interdisciplinaria, así como los roles de los investigadores y las problemáticas comunes a las líneas abordadas. Estas jornadas fueron organizadas por investigadores de universidades de Latinoamérica, como la UBA, la UNAM, el CONICET y la agencia I+D+i. La ponencia fue incluida en la mesa “Construir conocimiento desde la imagen, la voz y el cuerpo”, pues el videoarte “Lo materno” acompañó esta disertación, recurriendo a lenguajes poéticos intermediales que exploran el concepto de lo materno desde distintas posibilidades de expresión, reforzando la exposición teórica y proponiendo una manera de comprensión sensorial y racional simultánea.
Los resultados de la tesis “Filosofía de la educación matriarcal como filosofía de paz” (2018), de mi autoría, son la base de esta exposición que es actualizada y ampliada en su horizonte de alcance gnoseológico, pues se contrastan los resultados teóricos y biográficos de la filósofa alemana Heide Göettner-Abendroth, fundadora de HAGIA, Academia de Estudios Matriarcales, y la experiencia de vida y obra del líder kurdo Abdulah Öcalan, que se encuentra ya 24 años secuestrado y preso por el gobierno de Turquía, por las características de su cultura, con rasgos identificables como los de los matriarcados ancestrales más antiguos del mundo y que perviven hasta el día de hoy, en la resistencia, en medio de un patriarcado radical islamista.
Lo materno es la temática que me ha ocupado y preocupado incluso antes de haber tenido la experiencia de ser madre biológica, pero sí a partir de mis indagaciones en la filosofía y todas aquellas ramas del pensamiento que han surgido de las mujeres y los hombres que se han dislocado de una lógica netamente patriarcal y logofalocéntrica. Como un efecto de estas indagaciones, llegué a la conclusión de que lo materno debe comprenderse más allá del género, más allá de lo biológico y más allá de lo humano. Además, debe abordarse más allá de los conceptos, desde una experiencia sensible, estética, artística y vivencial, de experiencia propia de vida en sus distintas posibilidades. La influencia que me llevó a estas conclusiones han sido obras como “Potencia de la vida” de Raúl Prada Alcoreza, y “Orígenes de la civilización”, así como “Civilización capitalista” de Abdulah Öcalan. Los matriarcados y las propuestas de sociedades de paz no van a partir sólo de los feminismos, sino de una comparativa de los resultados a los que están llegando distintos activistas y personalidades intelectuales del mundo, más allá de su género o de su cultura.
Ése es el reto de comprensión que permite un acercamiento a lo que fueron y son los matriarcados, las sociedades indígenas de paz que se mantuvieron y se extendieron durante milenios en el mundo, y de las cuales tenemos ejemplos vivos en todo el mundo. Éste es un paradigma civilizatorio universal al que se apunta en la búsqueda de un modelo de sociedad afín a la vida, y aquí recae la importancia de la preocupación por esta temática, pues nos encontramos en un estado permanente de crisis civilizatoria que amenaza la continuidad de la vida en el mundo. Hallar coincidencias, sincronías y afinidades entre personalidades como las que nos ocupan en este ensayo tiene la intencionalidad de, precisamente, hacer un abordaje intercultural, que si bien parte de culturas que se encuentran lejos de nuestras territorialidades, son raíces teóricas y empíricas de aquel camino que debe identificarse en nuestras propias culturas indígenas para caracterizar su verdadera esencia de culturas de paz, que es lo que son.
Con esta breve introducción, queda claro por qué estas investigaciones van más allá del tema de género y que tiene sus raíces en culturas ancestrales que no han sido debidamente estudiadas y aceptadas por la postura oficial de la academia. Ahora bien, comenzando el acercamiento a las bases de lo que son los estudios matriarcales, cabe destacar la labor de la arqueóloga lituana Marija Gimbutas, quien hizo las excavaciones en todo lo que fue la Europa indígena ancestral, en la década de los 60’ del siglo pasado (a pesar de haber sido devaluados sus hallazgos en aquella época por el machismo imperante), y encontró los orígenes de los matriarcados también en las regiones de medio oriente. Cruzando los resultados investigativos de la arqueología y recurriendo también a la antropología, para acercarnos a la cultura kurda, es posible identificar que esta forma de organización alternativa a los patriarcados continúa existiendo en esos territorios que justamente se encuentran muy cerca de la región que está siendo víctima de genocidio en este momento.
Nada de esto es casual, no existen coincidencias desafortunadas aleatorias en geopolítica. El extractivismo, por ejemplo, que es la sed macabra que lleva a las guerras y continuos estados de saqueo de la naturaleza, es una expresión del patriarcado y el capitalismo, y como tal debe abordarse en sus raíces. Las manifestaciones políticas que están sucediendo en el mundo muestran esa necesidad de un giro en el modelo de desarrollo de las sociedades a uno acorde a la continuidad de la vida. La quema de velos que se dio el año pasado en medio Oriente, por el asesinato de la joven Masha Jina Amini, que por cierto era kurda, fue una expresión viva del rechazo al patriarcado radical islamista que tiene secuestradas a las mujeres, como estrategia y parte del secuestro de la vida misma. Pero estos eventos deben conmovernos también, aunque se hayan dado al otro lado del globo, puesto que aquí también tenemos una experiencia de un patriarcado radical que sitúa a Bolivia entre los primeros lugares en las estadísticas de feminicidios. Por ello, no debe sernos ajena su lucha. El simbolismo de la quema de velos tendría que ser también nuestro estandarte y no sólo de las mujeres, pues existen distintas maneras de manifestar el poder y la dominación patriarcal, que no solamente van a ser ejercidas por los varones y que también van a afectar a ellos. El tema es la violencia: cómo enfrentar la violencia desde un paraguas civilizatorio que sea más afín a la vida.
Para empezar a hablar de Heide Göettner-Abendroth, ella es una mujer que ha estudiado filosofía y que durante su carrera empezó a indagar el tema de los matriarcados, pero en su época no había dónde buscar, no había referentes teóricos más que Bachofen, que hizo una obra sobre esta temática pero de una manera muy sesgada, sin bases antropológicas y arqueológicas, que es lo que se necesita para dar un sustento al estudio de las sociedades matriarcales. Lo que hizo Heide Göettner-Abendroth fue esconder sus investigaciones hasta que logró sacar la licenciatura en filosofía, porque cuando se enteraron que ella estaba estudiando sobre los matriarcados, no solamente comenzaron a ridiculizarla, sino que además amenazaron con quitarle la matrícula de continuar con ellos. Esto fue hace tan sólo 40 años atrás, en una universidad alemana, y una podría pensar que en occidente las mujeres pueden estudiar de una manera tranquila, pero no es así. Décadas antes, los hallazgos de Marija Gimbutas también habían sido rechazados por una universidad estadounidense solamente por estar liderados por una mujer.
Ellas sufrieron esa discriminación académica, pero continuaron con sus investigaciones. En el caso de Heide Göettner-Abendroth, una vez que salió de la universidad empezó su viaje por el mundo para conocer las sociedades matriarcales vivas, haciendo ella misma etnografías, haciendo también de antropóloga para sistematizar todo esto en su obra “Sociedades matriarcales alrededor del globo”. Otra obra que tiene esta misma autora es “Sociedades de paz”, más reciente, pero en 2005 ella fue nominada al Premio Nobel de la Paz porque su investigación la dirige a interpretar las sociedades matriarcales como culturas de paz. Entonces, una vez que hubo concluido sus estudios en la universidad, también tuvo la iniciativa de fundar la Academia HAGIA de estudios matriarcales modernos que hasta el momento continúa trabajando y reuniendo a distintas investigadoras e investigadores en torno a esta temática. La propuesta es mirar hacia atrás, basarse en resultados arqueológicos y antropológicos, pero proyectar también hacia adelante posibles sociedades matriarcales, porque vemos que tienen una manera de desarrollarse afín a la vida.
El año 2005, cuando se llevó a cabo un congreso mundial de estudios matriarcales, se hizo una declaración de políticas matriarcales, y es en este punteo que hace cada uno de los investigadores en lo que me baso para comparar esto con lo que está sucediendo y lo que es en medio oriente, en Kurdistán, en específico, el confederacionalismo democrático y la figura de Abdulah Öcalan. Ahora, es preciso conocer quién es este líder kurdo y cuál es la relación que encuentro entre los matriarcados y lo que es “Jin, jan, asadí”: “Mujer, vida y libertad”, la lucha por la vida, la mujer y la libertad. ¿Cómo esto tiene una relación directa con estos lineamientos de políticas matriarcales? ¿De qué manera personas occidentales o de influencia occidental coinciden con estas luchas sociales que está liderando Abdulah Öcalan desde el confinamiento, pero que todas las mujeres y hombres están enfrentando en las calles día a día en medio oriente? ¿Qué importancia tiene todo esto para la reproducción y constante retoñar de nuestras culturas? Son preguntas que motivan continuar con estas investigaciones e intuiciones, pero no sólo desde la teoría, sino también desde la capacidad creativa que habita en cada uno.
Ha conmovido al mundo cómo hombres y mujeres en Irán han comenzado a quemar los velos y luego nos ha horrorizado lo que ha ocurrido a partir de las últimas guerras. Y lo que tenemos que enfrentar es un orden establecido civilizatorio que está a favor de la muerte, a favor de la guerra, y la manera de enfrentar esto es con cuestiones concretas, con un sustento político, como el confederacionalismo democrático, que en realidad propone una nación sin Estado, siendo Kurdistán un territorio que no es reconocido, pero que tiene una forma de organización a partir de las asambleas, por ejemplo. Que sirva esta comparativa de fomento a la curiosidad de nuestros investigadores.
Mi intención es hacer una crítica constructiva a los feminismos e indigenismos, pues en Bolivia el oficialismo se ha apoderado de un discurso indigenista y lo ha mal utilizado, y hasta ahora estamos viviendo las consecuencias de esa manipulación y de cómo se ha empezado a controlar a partir de esto. A pesar de esas formas, lo que ha hecho el Estado supuestamente progresista ha sido implementar políticas neoliberales que van en contra de la vida. Y la pregunta es: ¿Por qué desde Bolivia miro hacia occidente y hacia medio oriente? La intencionalidad es mirar a esas maneras de organizarse, estos paradigmas pacíficos, que nos llevan a pensar que la paz no es una idea abstracta, sino que se puede construir día a día con esta quema de velos simbólica que también estamos haciendo al desvelar los matriarcados hoy.
Ésta es sólo una aproximación a la propuesta que hago, que es aunar los esfuerzos de vida, tanto de investigadoras como de investigadores, de activistas por la vida de oriente, de occidente, de medio oriente, de Latinoamérica y del mundo entero, que están coincidiendo en que el paradigma matriarcal nos conduce a tener culturas de paz o que las culturas del paz requieren ser sembradas con urgencia en el planeta.
Más sobre el confederacionalismo democrático kurdo:
Capacitación de uso de la plataforma
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Inciamos el año con un curso sobre manejo del Blog del PEN, gracias a la gentileza de Dennis Morales