En
el auditorio del Colegio Médico tuvo lugar la presentación de la nueva producción
literaria de Gonzalo Montero Lara. Fue un acto muy original que iba con el
libro, lleno de reflexiones, chispas y buen humor. Estuvieron presentes la editora
Alejandra Carranza de „Educación a la Resistencia”, bajo suya sigla se publicaron
los dos libros, la presidenta de PEN Cochabamba Melita del Carpio, otros
miembros de PEN Cochabamba y amigos y familiares del autor.
Testimonio de un diablo ni
tan diablo ni tan opa
Por Rosalba Guzmán Soriano
El autor, dice de su libro en su hoja
de vida inmersa en él, lo siguiente:
“Hoja de Parra del diablo opa”
Nombre y apellido: Diablo opa.
Nacido por mal cálculo, en
Caracota, ladera del cerro San Miguel, lejos de Los Ángeles y cerca de la
Diablada Manaco¸ ahijado imperfecto del “Quencha” Huari” y una china supay de
alcurnia.
Estudios, fue echado por opa del
colegio de “Ángeles y demonios” y aterrizó caído del catre. Fue licenciado en
Ciencias de la salud junto a demonios menores de la Sansi. Hizo amistad con
algunos ángeles infiltrados. Trabajó en una Caja en espera de su cajón.
No Clificó en ninguna militancia
política, jefatura, ni dirigencia terrenal cualquiera, pese a su diabólico
origen y diabluras.
Aficiones: Letras (antipoesía
importante, ciencia ficción blanda) arqueología, paleantología, ufología, deporte
y baile. (diablada, cueca, tínku, rock, khasa shok)
Esa es su carta de presentación. En
realidad, Gonzalo Es un hombre llano, pero no simple. Es un diablillo travieso,
pero no superficial. Bondadoso al extremo como ningún ángel y como ningún
diablo, porque él ayuda a quién lo necesita sin pedir nada a cambio, y lo hace
con máxima amabilidad y sencilles.
No es opa definitivamente, o lo es
para los vivos que piensan que ser opa es no aprovecharse de los otros, de las
oportunidades para detentar el poder o para conseguir dinero fácil. Este es más
bien un ángel caído de la nube de aquellos que se creen dioses. Gonzalo Montero
es alguien capaz de salvar a quién se está ahogando en su pesar, y que recurre
a él para su asistencia. Lo hace con el mismo buen humor y simpleza, que lo
caracteriza, y lo que para el necesitado es un milagro por el que se le estará
por siempre agradecido, para Gonchi ese acto no es una hazaña, no es un motivo
de alabanza, no es una razón para divinizarse, tan solo es un acto noble de su
corazón de colectivo. Su capacidad de servicio, es algo diabólica, hace el bien
sin cobrar y sin desdén.
Este modo de ser, hace de él un
desubicado, porque no se ubica entre los buenos, ni entre los malos, pese a lo
bueno que es como dijimos, ni entre los sabios ni entre los tontos. ¿Ya ven? Se
dice diablo y opa; nadie más agudo y perspicaz que él, no puede ser opa, y está
lo más alejado de la crueldad y la maldad. No puede ser diablo; entonces como
diablo para ser malvado y cruel, es opa, por re- buen tipo, cualquier diablo
que se respete, lo mandaría de una patada al cielo, porque hace lo que le da la
gana, y lo que le da la gana de hacer, es hacer el bien.
En tiempos del ortopédico objeto del
cuerpo en que se ha convertido el celular, Gonzalo nos ofrece un libro tentador
desde su título, un tanto melancólico por su referencia a la muerte, pero a la
vez travieso y atractivo. Como toda obra del diablo, este es un libro tentador.
Y claro, otra vez nos se hace la burla, porque no hay nada más que te haga existir
por siempre que escribir un libro y dejarlo como testamento. Mucho más si es
tan original, dicharachero, liviano y accesible como éste. Ya ven este
diablillo, a su manera, se hace este artificio para ser inmortal.
Diablo y opa es otra tremenda
contradicción, Freud diría que se trata de un mecanismo de defensa que se llama
anulación, es un diablo, pero opa, entonces ya no es un diablo, es un opa, pero
diablo, entonces ya no puede ser opa. Ya ven su diablura consiste en hacernos
reír y reírse de nosotros.
Y así seguimos, este es un libro que
no se lo puede catalogar de ningún modo, es un libro de muy fácil lectura, eso
sí. Pero es y no es un libro de aforismos, es y no es un libro testimonial, es
una especie de diario personal, pero sin fechas, es un cuaderno de esos que
solemos llevar en la cartera para escribir las frases que nos gustan y que
queremos recordar, pero no solo es eso este libro endiablado.
No pretende estar en el sector de los
filósofos en las bibliotecas, pese a que cita a grandes filósofos.
Por ejemplo:
“La potencia intelectual de
un hombre
Se mide por la dosis de humor
que es capaz de utilizar.” (Nietzsche)
“No importa qué tan buena persona seas.
Todos somos malos en la
historia de alguien
Así que disfruta tu rol, y al
menos sé un villano memorable.” (Maquiavelo)
La risa mata el miedo y sin miedo no puede haber fe.
Quien no teme al demonio ya
no necesita a Dios.” (Umberto Eco)
En realidad, a él no le interesa que este libro ocupe ese lugar. Es más, estoy segura que a Platón le discutiría el menú del banquete y propondría un “ají de lengua”, o hecho el opa, se metería en el discurso de Descartes para decir “Yo existo, luego pienso” o hecho al diablo, decirle a Nietzsche “Dios ha muerto, parece que lo maté yo.”
Así mi amigo Gonzalo, sin
embargo, sí le gusta filosofar, en el sector “Algunas frases célebres y
cerebrales del autor”, dice por ejemplo: “Vivimos, pero no convivimos con
la vida” o “Los diplomas y pergaminos no califican a un ser humano, pero sus
actos en la vida sí.” “Hay muchas maneras de leer y sentir esta obra
(Testamento de un diablo opa) Les aconsejo despierten su ángel dormido, porque
los demonios insomnes son “cortapalos”, siempre listos.”
¿Ya vieron? Ahí no está el
diablo ni el opa, sólo Gonzalo, otra vez no lo podemos agarrar.
En “Sentencias y voces
fraternas”, recupera algunos versos, o dichos que para el tienen
resonancias, qué alegría Gonzalo, estar entre esos fraternos con un verso de mi
libro “Agalma” “Dimas, todo lo que tocas se convierte en arena” y otro
de de Walter Gonzales Valdivia que dice “El bar nos pertenece por derecho,
recuperarlo es un beber”
Y así hila opiniones suyas,
pensamiento, reflexiones, juegos humorísticos de palabras, siempre saliéndose
de lo políticamente correcto.
Algunos de los títulos de las
partes en que se compone el libro son: “De los intraterrestres,
extraterrestres y ultraterrestres”, “aromas de las (in) fidelidades,
Consejos para sobrebeber en la llajta, “Memorias y desmemorias” “De la ciencia
ficción y la ciencia infección” , “De la amistad, la familia y las herencias”
y cierra su obra, seria y jocosa, aguda y filosófica, festiva y risueña, con el
último capítulo “golpes de la vida del diablo, prontuario clínico no
exhaustivo – Historia de Preembarque” y en este último sector, da
instrucciones de cómo piensa su propio deceso, deja los encargos soñados.
Ya vieron, este es un libro para que esté en la mesita de las salas de los consultorios, de las oficinas, de los lugares de espera. Un libro, que hace sonreír, pensar, calmar la angustia y congraciarse con la vida.
para su funeral, agradece a
la mujer de su vida, a su esposa amada, y en su última frase, de c’ochala
empedernido, se despide “poka, by by arivederchi, sayonara, uj ratu cama…”
Ramiro Ortega es el ilustrador, que sin duda atrapa en la imagen este modo del autor de proyectar su imagen, al menos en este libro.
Deseo que todos y cada uno de ustedes, se hayan sentido llamados a encontrarse con el “Diablo Opa”, más allá de las salas de espera, en su propia mesa de noche. No lo dejen de comprar.