PENBOLIVIA, filial COCHABAMBA

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martes, 25 de agosto de 2015

Fallece Marta Orsini, impulsora de la educación y comunicación popular

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Tragaluz, Los Tiempos

El Arzobispado de Cochabamba, en su página digital, informó ayer del fallecimiento de Marta Orsini Puente, “una laica consagrada e impulsora de la educación y de la comunicación popular” en Bolivia, autora de varios libros sobre temas educativos.

Orsini nació en Sucre en 1941, colaboró durante muchos años, en la producción bibliográfica del sacerdote oblato Gregorio Iriarte, quien falleció en octubre de 2012.

¿Quién fuiste y qué dicen de ti? es el título de un libro que Orsini publicó en 2013, en memoria a Iriarte, que recoge 80 testimonios sobre la figura del sacerdote.

El sacerdote Guillermo Siles, en su cuenta en Facebook, escribió que Orsini falleció la noche del domingo en la ciudad Argentina de Córdoba.

“Marta desde hace unos años sufría problemas del páncreas. Pero últimamente pensó hacerse intervenir quirúrgicamente en Argentina donde se fue (...) Parecía que todo iba bien, pero las complicaciones se vinieron y lamentablemente después de la operación se fue complicando. Anoche (domingo) la directora del instituto teresiano, a la que pertenecía, Animaría García, informó del fallecimiento por un paro cardiaco”, escribe.

“Marta nos ha dejado una cantidad de experiencias de vida y de trabajo. Ella consagró su vida a la educación popular y nos motivó siempre, junto con Gregorio Iriarte al análisis crítico de la realidad. Paz en su tumba”, concluye Siles.

El miércoles 26 a partir de las 16:00, los restos de Orsini serán velados en La Capilla (avenida Villarroel).

Fuente: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/tragaluz/20150825/fallece-marta-orsini-impulsora-de-la-educaci%C3%B3n-y-comunicaci%C3%B3n_313110_693583.html

viernes, 14 de agosto de 2015

MARIANO BAPTISTA GUMUCIO



Fuente: Los Tiempos, Demetrio Reynolds*

Los grandes espíritus atesoran un secreto talismán donde se sustenta la voluntad y de donde emana la fuerza para la acción y el pensamiento; es el motor que impulsa hasta agotar el último aliento de la vida… En los años 50 tras abandonar la militancia política, dice Baptista, “tomé partido de una manera apasionada por la cultura”, con una profesión de fe en que “su fomento y expansión salvaría a Bolivia”, ya que las riquezas materiales como la plata y el estaño “sólo nos han traído desgracias”.

La cultura viva, la que identifica, no está en los recintos burocráticos urbanos, está en los caminos, los paisajes y los pueblos. Cámara en mano, Baptista se interna por todas las vías posibles. Viajero impenitente y documentalista acucioso; observa, anota y traslada a la pluma y a la pantalla todo cuanto valioso encuentra. “Mi propósito fue hacer conocer nuestro territorio,…y elevar la autoestima y la fraternidad entre los bolivianos”. Los libros, las revistas, las separatas en los periódicos son el testimonio de esa inquietud.

Ese quijotesco periplo le deparaba a veces sorpresas. Hay gente que ni regalado quiere recibir un bien cultural. Recelo y miedo la mantienen abroquelada. Cuenta don Mariano que en Potosí, para entregar gratuitamente unos libros, tuvo que esperar dos  años; en Cochabamba tuvo mejor suerte: sólo algo más de un año le hicieron esperar para lo mismo. En otra ocasión se topó de plano con ese fatídico invento boliviano de cerrar con bloqueos los caminos. Y en el oriente, horas y horas  sobre el lomo ondulante de los ríos.  En toda actividad humana suele haber heroísmo. He ahí un ejemplo.

En tres campos se afincó mayormente su esfuerzo. El periodismo es una actividad de combate, “se pelea cuando se dice la verdad” (Martí). Pero ninguna tarea más ingrata, dice nuestro autor: “La edición de ayer ya no interesa a nadie, pero paradójicamente registra la historia del presente”.

La palestra de Última Hora, del que fue su director, le propició otra tarea. “Mi vocación periodística alimentó y fortaleció mi devoción por la historia”. Un conjunto de nombres célebres  y otros tantos libros  conforman la serie de estudios biográficos, junto a otros de carácter netamente histórico. En el rubro del ensayo figuran temas de gran interés nacional abordados con valentía y profundidad en el análisis crítico.

Al tema educativo dedicó varios volúmenes; los títulos de dos de ellos sonó a provocación para los levantiscos dirigentes sindicales: “Salvemos a Bolivia de la escuela” y  “La educación como forma de suicidio nacional”. Contienen la visión de una realidad insoslayable. ¿A qué escuela se refiere? A la que encierra “con crueldad 12 años a niños y jóvenes  en aulas que más parecen cárceles”.

Por la vasta producción bibliográfica y su incesante afán por la cultura, Baptista Gumucio es ante todo un gran ensayista como  Rodó, como Uslar Pietre, como Vargas Llosa: el mismo coraje, la misma pasión, con talento lúcido en el manejo de la pluma. A lo largo de sus páginas corre una prosa amena, sobria y precisa; un estilo atractivo que matiza a veces la áspera reacción inevitable con una sutil ironía. Al decir de Augusto Céspedes, está “escrita con piedad, pero no con amargura”.  

Concluyamos esta semblanza. Desde esta columna, los escritores del PEN Bolivia saludan con pleitesía a don Mariano Baptista Gumucio, significando su presencia  como una ofrenda a la tierra natal y a la vez de ésta el homenaje, por intermedio de aquellos, al ilustre hijo que la visita.

*El autor es escritor, miembro del PEN Bolivia.

RESALTAN LEGADO DE MARIANO BAPTISTA



Fuente: Periódico Los Tiempos

La organización de Poetas, escritores y Narradores (PEN), además de intelectuales, artistas, familiares y amigos rindieron ayer un homenaje a Mariano Baptista Gumucio, de quien resaltaron su gran legado de escritor, periodista, historiador e impulsor de la cultura, una trayectoria reflejada en más de 60 obras y un extenso currículum.

El presidente del PEN filial Cochabamba, Iván Prado Sejas, a tiempo de entregarle las plaquetas de reconocimiento y nombramiento de miembro honorario del PEN, destacó la prolífica labor de Baptista, quien, además fue tres veces ministro de Educación y director del diario Última Hora.

La expresidenta del PEN Melita del Carpio, resaltó su aporte a la educación con obras como “Salvemos a Bolivia de la Escuela”, y destacó el haber rescatado en sus ensayos a los escritores clásicos del olvido.

La escritora Pilar Pedraza recordó todas sus distinciones, como el Premio Nacional de Cultura, Premio Nacional de Periodismo, Premio Andrés Bello y otros. También hizo extensiva la felicitación del director de Los Tiempos, Juan Cristóbal Soruco, quien se hallaba en La Paz por razones familiares.

El tenor Gastón Paz mencionó a varios miembros de la familia Baptista en la historia nacional.

El homenajeado, en tanto, dijo que tomó partido por la cultura, porque creyó que era lo único que podría salvar a Bolivia, pues eso no lo logró ni el salitre ni la goma ni el petróleo.

Finalmente, pidió apoyo para la creación de dos museos en Cochabamba, uno para Simón Patiño, y otro para los escritores Man Césped y Augusto Céspedes. “Si Cochabamba quiere apostar al turismo no basta con su clima y su gastronomía, tiene que hacer conocer su cultura y su historia”, concluyó.

jueves, 6 de agosto de 2015

"Bolivia en la coyuntura" de Gonzalo Lema


6 DE AGOSTO
Redacción Central, Periódico Los Tiempos, 6 de agosto

Este 6 de Agosto encuentra al país en tránsito hacia una etapa más compleja que los años anteriores, que exige una mejor y más transparente gestión pública y, sobre todo, abrir espacios de concertación interna

Recordar el día en que se creó el país no es un mero acto más. Se trata de reafirmar la más clara voluntad de consolidar nuestra presencia geográfica, política, cultural y social en el mundo contemporáneo, con toda la diversidad que ostentamos y con una vocación de unidad democrática que trascienda los obstáculos que se presentan.

Es un día en que debemos evaluar qué se ha hecho y lo que nos falta por recorrer. Para ello, un norte que debe guiar el análisis es que la ciudadanía quiere fortalecer el país en forma democrática, opción que prima desde 1982 y que ningún proyecto ideológico diferente ha podido eliminar. Asimismo, queremos ser un país inclusivo y con justicia social que reduzca las brechas existentes y ofrezca a su gente las condiciones básicas para vivir en forma digna.

Pese a las adversidades, es posible creer que la gran mayoría de los habitantes de Bolivia queremos un país seguro, dialogante y eficiente en la atención de las distintas demandas que hay dados nuestros limitados recursos y nuestras inmensas necesidades. De una u otra manera, parecería que hay hastío de las confrontaciones y del método de la imposición, pero, paradójicamente, hay dudas de los acuerdos fáciles o poco transparentes.

Somos un país con una población dispuesta a recoger los grandes retos que lanza el mundo globalizado, sin perder sus propias características. Formal o informalmente son cada vez más los ciudadanos, hombres y mujeres, que se insertan en este mundo, más allá de las corrientes ideológicas a favor o en contra que desde los centros de poder creen interpretar a la gente.

Para usar una frase manida, somos un país en busca de su destino. Un destino en el que sea posible no angustiarse en el corto plazo, sino que vaya adquiriendo destrezas para ver el mediano y largo plazo, subordinando al interés general los legítimos intereses corporativos o particulares.

En homenaje a este 6 de Agosto, hemos preparado productos especiales para conocer mejor el país. A las revistas Red Vial de Bolivia y Alimentos Nativos, las láminas históricas y “Bolivia en la coyuntura” de Gonzalo Lema, que publicamos desde el 1 de agosto, se suman en esta edición dos revistas “M” e histórica, los suplementos “La Bolivia de hoy, 2006-2015”, un estado de situación del país, y “Percepciones sobre Bolivia”, los resultados de una encuesta de opinión aplicada por Ciudadanía, institución con la que, junto a Ceres, conformamos el Foro Regional. Los datos muestran la Bolivia profunda y nos lanzan interesantes desafíos.

Este 6 de Agosto encuentra al país en tránsito hacia una etapa más compleja que los años anteriores, que exige una mejor y más transparente gestión pública y, sobre todo, abrir espacios de concertación interna que nos permitan enfrentar las dificultades que se prevé se presentarán. Además, estamos a medio camino de la ejecución de una nueva estrategia de retorno al Océano Pacífico, labor que nos exige comprometernos a respetar y no utilizarla con fines secundarios.

Como siempre, Bolivia, en este 6 de Agosto, nos lanza el desafío de seguir construyendo una nación soberana, democrática y con justicia social.