PENBOLIVIA, filial COCHABAMBA

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jueves, 20 de noviembre de 2014

ANTOLOGIA DE CUENTOS Y RELATOS DE TARATA, "SUEÑOS Y ENCANTO"


INVITACION

EL PEN BOLIVIA, FILIAL COCHABAMBA, LES INVITA A LA PRESENTACÍON DEL LIBRO "SUEÑOS Y ENCANTO", CUENTOS Y RELATOS DE TARATA, DE IVAN PRADO SEJAS & GONZALO MONTERO LARA, EL DIA JUEVES, 27 DE NOVIEMBRE, A HORAS 19:00, EN EL EDIFICIO DE COMTECO, 6TO PISO, Av Ballivian 713 (Ingreso por la calle La Paz).

domingo, 16 de noviembre de 2014

FESTIVAL DE LAS LETRAS Y "CENSURA": OTRA HISTORIA MÁS PARA SER CONTADA


Por Iván Prado Sejas*

Frente a las necesidades literarias del pueblo cruceño, y por qué no, del pueblo boliviano, surgió la iniciativa de un grupo de personas e instituciones, para organizar un evento muy singular, donde participaron 38 escritores bolivianos y extranjeros. Intervinieron autores nacionales como Giovanna Rivero, Edmundo Paz Soldán, Homero Carvalho, Ramón Rocha Monroy, y otros. Del extranjero estuvieron Jorge Volpi, Magdalena Gonzales, Fernanda Trias, entre otros.  A este evento se lo denominó I Festival Internacional de la Letras de Santa Cruz. Hubieron coloquios sobre distintos temas de literatura y talleres. Lo que más me llamó la atención fue que el festival permitió la participación de escritores no sólo de distintos géneros sino también de distintas posiciones políticas, o diferentes ideologías. Enfatizo esto, porque en la primera mesa de Literatura Hispanoamérica, se resaltó que lo político está muy ligado a la literatura. Alguien menciono que ningún escritor se salva de proyectar en su obra una ideología política. En este contexto variado, se notó el respeto por las distintas posturas, y se escuchó con atención la participación de los distintos escritores en diferentes mesas.  A pesar de las polarizaciones y conflictos que emergen en el ámbito político nacional y latinoamericano, en este evento se notó una participación plena e integra de todos los escritores, en las mesas asignadas. O sea, que, en la mayor parte del evento, pudimos convivir de forma armónica entre escritores con distintos criterios sobre la temática literaria.y con distintas posturas políticas, entre expositores y participantes.  

Para finalizar el festival se había programado la conferencia de los escritores cubanos Guerra y Navarrete. Sin embargo, al finalizar el último coloquio se nos informó que dicha conferencia había sido suspendida. Lo cual nos pego por sorpresa a todos los asistentes. En una primera instancia escuché que se había suspendido la misma porque uno de los expositores no se encontraba bien de salud. Ya después de dos días, me enteré de varias versiones sobre la suspensión. En la prensa se indicó que Homero Carvalho y Cecilia Kenning habían observado que la ponencia de Guerra y Navarrete salía de la temática literaria y tenía más un carácter político. Por otro lado, Guerra y Navarrete, estando fuera de Bolivia, señalaron, en la prensa española, que se había dado una censura.

Personalmente, considero que para manejar el impase suscitado por Guerra y Navarrete, (y evitar lo que sucedió y sucede ahora, con los “dimes y diretes” que surgen en la prensa nacional e internacional), los organizadores deberían haber dejado presentar su ponencia, tal cual, a los escritores cubanos. Y si los organizadores querían ser estrictos en el reglamento con los cubanos, deberían haber sido también más rígidos con algunos otros escritores que se salieron del tema en sus mesas, y hablaron más de otras cosas, y muy poco de literatura.  

Y lo que tienen que saber los escritores cubanos Guerra y Navarrete, es que los discursos pro castrismo o discursos anti castrismo, en Bolivia, los conocemos de memoria, por lo tanto, su charla no iba ser nada productiva y no iba tener la escucha esperada. Entonces, era mejor que su conferencia estuviese centralizada sobre la literatura cubana, (dentro y fuera de Cuba), conforme ellos mismos se habían propuesto al principio, esto iba a ser más provechoso para los que estábamos en el evento. Lamentablemente, su inmadurez, y su falta de criterio, hoy están generando posturas disimiles entre los escritores y participantes que asistimos al festival, asimismo, entre propios y extraños.

Este hecho inesperado seguramente afectó a los organizadores y posiblemente estén desmotivados para un próximo evento. Sin embargo, considero que a partir de la experiencia conseguida, para el segundo festival, se deben tomar las medidas preventivas necesarias. Como asistente al evento, me permito sugerir lo siguiente:
1) Permitir una mayor participación de estudiosos de la literatura, y no dar un excesivo énfasis a la presencia sólo de escritores.
2) Evitar el sesgo de invitar solamente a escritores premiados; existen escritores muy buenos, tanto nacionales como extranjeros, que no necesariamente han recibido premios.
3) Diversificar los géneros o formas literarias para ser tratados en distintas mesas. Se puede hablar de literatura fantástica, que en este milenio emerge con mucha fuerza a partir de obras presentadas de autores consagrados y noveles con un potencial enorme. Asimismo, se puede hablar de literatura urbana, de literatura popular, de literatura infanto-juvenil, y otras emergentes; y también, no olvidarnos de la literatura histórica, literatura social,  literatura indígena y otras clásicas importantes.
4) Insistir para que todos los participantes se focalicen en el tema a ser tratado, y los organizadores deben ser mucho más rígidos en el control a todos. En los eventos que se dan en USA y Europa, no permiten que uno se salga ni un ápice del libreto propuesto. En Latinoamérica, somos un poco más flexibles, y permitimos que el autor se salga entre un 5 a 15%, por colocar un número.
5) Mantener la pluralidad de ideologías, porque el debate permite un crecimiento personal y social, a pesar del incidente surgido con Guerra y Navarrete. 

Desde mi percepción, el evento logró alcanzar sus metas, y considero que una buena parte de los participantes, entre escritores y aprendices de escritor, aprendimos bastante, y compartimos experiencias literarias. Y aquellos que no eran ni estudiantes ni escritores, y sólo eran lectores, también salieron muy satisfechos del evento. En este contexto, los participantes hicimos una gran labor de escucha y/o de conversación en el I Festival Internacional de las Letras de Santa Cruz. Felicitaciones a la APAC y a todas las instituciones que apoyaron este magno evento.   

*Escritor, Psicólogo y Presidente del PENCOCHABAMBA

viernes, 24 de octubre de 2014

PRESENTACION del libro "Sal de tu tierra", de Manuel Vargas


INVITACION

Se invita a todos los miembros del PENCOCHABAMBA, y a todos los lectores y escritores, a la presentación del libro "Sal de tu Tierra" de Manuel Vargas, que será el día 2 de noviembre a horas 19:30, en la Sala Dante Alighieri, Coliseo UMSS, VIII Feria Internacional del Libro de Cochabamba. 

PRESENTACIÓN: Libro de cuentos "La Ruta Olvidada" de Pilar Pedraza


INVITACION

LA DIRECTIVA DEL PEN BOLIVIA - FILIAL COCHABAMBA, INVITA A SUS MIEMBROS Y A TODA LA COMUNIDAD DE ESCRITORES Y LECTORES DE COCHABAMBA A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LA RUTA OLVIDADA" DE PILAR PEDRAZA PÉREZ DEL CASTILLO, QUE SE REALIZARÁ EL DÍA DOMINGO 9 DE NOVIEMBRE, HORAS 16:45 EN LA SALA WERNER GUTTENTAG.


CONTAMOS CON TU ASISTENCIA

PRESENTACION: Libro de Humor: De Plumas y Escalpelos


Gonzalo Montero Lara y Ramiro Ortega invitan a los miembros del PENCOCHABAMBA a la presentación de su libro DE PLUMAS Y ESCALPELOS que se realizará el día  Miércoles 29 de octubre, a horas 19:00, en el salón del Centro Boliviano Americano, .
Agradecen su gentil concurrencia

PRESENTACION: De la antología "Las Remotas Edades", I Antología de Ciencia Ficción Boliviana


Grupo Editorial Kipus y SUPERNOVA - Sociedad de Escritores de Narrativa Fantástica y Ciencia Ficción, invitan a la comunidad de escritores y lectores que gustan de la ciencia ficción a la presentación de "Las Remotas Edades", I Antología de Ciencia Ficción Boliviana, de Iván Prado Sejas & Miguel Esquirol, el día martes 4 de noviembre, en la Sala Dante Alighieri, a horas 18:30, Complejo UMSS, Av. Guillermo Urquidi, VIII Feria Internacional del Libro de Cochabamba. Auspicia: PENCOCHABAMBA

PRESENTACION: Del libro "La Novela Histórica de las Escritoras Bolivianas", de Willy Muñoz



INVITACION

LA DIRECTIVA DEL PEN BOLIVIA - FILIAL COCHABAMBA, INVITA A SUS MIEMBROS Y A TODA LA COMUNIDAD DE ESCRITORES Y LECTORES DE COCHABAMBA A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LA NOVELA HISTORICA DE LAS ESCRITORAS BOLIVIANAS" DE WILLY OSCAR MUÑOZ, QUE SE REALIZARÁ EL DÍA JUEVES 6 DE NOVIEMBRE, HORAS 18:00 EN LA SALA WERNER GUTTENTAG.

COLOQUIO DE LITERATURA BOLIVIANA EN EL TERCER MILENIO




"Hablemos sobre literatura boliviana"

Lunes 3 de noviembre, 18:00:
- La literatura boliviana en el exilio, Adolfo Cáceres Romero
- El boom de la literatura fantástica, Iván Prado Sejas


Martes 4 de noviembre, 19:00:
- La literatura infanto-juvenil, Melita del Carpio y Rosalba Guzmán
- El cuento de escritoras bolivianas, Willy Oscar Muñoz 


Miércoles 5 de noviembre, 20:00
- Realidad política y literatura, Demetrio Reynolds
- Literatura urbana, Gonzalo Lema

Lugar: Salón Werner Guttentag, Coliseo UMSS, Av. Guillermo Urquidi y Belzu, VIII Feria Internacional del Libro de Cochabamba

Organiza: PEN BOLIVIA, filial Cochabamba


Auspiciadores: PENBOLIVIA, CÁMARA DEPARTAMENTAL DEL LIBRO, GRUPO EDITORIAL KIPUS 

VIII FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE COCHABAMBA

viernes, 10 de octubre de 2014

Conversando con un joyero de la palabra: Entrevista a Adolfo Cáceres




Por: Javier Claure C.
Adolfo Cáceres Romero nació, en Oruro (Bolivia), en septiembre de 1937. Cursó sus estudios primarios en los colegios “Ildefonso Murguía” y “Jorge Oblitas”. Salió bachiller del Colegio Nacional Bolívar de su ciudad natal. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Cochabamba por motivos de estudio, en donde obtuvo el título de profesor de Literatura y Lenguaje. Desde ese entonces se afincó en esa hermosa ciudad. Fue becario en España y en Uruguay.

Cáceres Romero es un gran contador de historias y ha creado un universo literario propio. Su intensa producción abarca diferentes géneros: cuento, novela, ensayo, periodismo e investigación. Es así que se ha convertido en uno de los escritores más importantes de Bolivia, y en un abanderado de su generación. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas, y han captado la atención de los lectores y los críticos nacionales e internacionales. Es merecedor de muchos premios y honores. Citaré algunos: En 1965, mereció una mención de Honor de la Universidad Técnica de Oruro (UTO) por su cuento “Copagira”. Dos años más tarde ganó el Primer Premio, con su cuento “La emboscada”, en un concurso organizado por la misma universidad. En 1982 ganó el Premio Franz Tamayo con su libro de cuentos “Entre ángeles y golpes”. En 1990 recibió la Gran Orden Boliviana de la Educación. Además es autor de obras valiosas como, por ejemplo, el Diccionario de la Literatura Boliviana e Historia de la Literatura Boliviana, escrito en cuatro tomos. Ha ocupado cargos importantes y ha representado a Bolivia en diferentes Simposios Internacionales de Literatura.

Hace diez años tuve la suerte de conocerle. Nos encontramos algunas veces en un café bohemio en pleno centro de Cochabamba. En otro viaje que hice a Bolivia, lo visité en su casa una tarde calurosa, pero con una brisa agradable; me acuerdo bien. Cuando toqué el timbre, me abrió la puerta y muy gentilmente me condujo hasta su living. Mientras me conversaba con entusiasmo, dándole una contundencia especial a sus palabras, noté su amor por los libros y la literatura en general. Entonces, inmediatamente me di cuenta que era como una biblioteca andando. Aquel día me obsequió su libro “La saga del esclavo”, novela histórica inspirada en el ejército expedicionario argentino en su paso por la Villa de Potosí. Para conocerlo más de cerca; dejemos que nos hable de literatura y otras cosas:

- Tengo entendido que has escrito la “Nueva Historia de la Literatura Boliviana”, en cuatro volúmenes, ¿podrías contarme al respecto?
Debes saber que soy profesor de Literatura y Lenguaje; en tal situación, al enseñar en los colegios Literatura Boliviana encontré que, tanto Enrique Finot como Fernando Diez de Medina, historiadores de nuestra literatura, consideran que no existe la literatura boliviana, menos todavía una literatura aborigen, al extremo de que Ignacio Prudencio Bustillo, a comienzos del siglo XX, en su artículo “Literatura Boliviana”, reproducido por Carlos Medinaceli en “Páginas Dispersa” (1946) –donde reúne toda la obra de Bustillo–, éste dice: “De las razas que forman la población nacional, sólo la blanca posee genio artístico. Falto de imaginación y de sensibilidad, frío y reconcentrado, el indio es más apto para el trabajo material de arañar la tierra o ahondar en sus entrañas, que para atormentar su cerebro con las elevadas especulaciones intelectuales”, concluyendo su análisis con: “el indio no es poeta, ni músico, ni pintor por idiosincrasia”; por ahí también transitaban otros analistas de nuestras letras, como: Rosendo Villalobos, Juan Francisco Bedregal, Ángel Salas y otros; entonces, me propuse mostrar el esplendor de nuestra literatura, rebatiendo sus juicios en el primer volumen de mi “Nueva Historia de la Literatura Boliviana” (1987), dedicado a las “Literaturas aborígenes: Aimara, Quechua, Callawaya y Tupiguaraní”; el segundo tomo, que salió en 1990, trata de la “Literatura Colonial”; en el tercero, publicado en 1995, me refiero a la “Literatura de la Independencia y del siglo XIX”; finalmente, el IV volumen salió el 2012, con el título de “La Poesía Modernista y Social del siglo XX”. Actualmente estoy trabajando en dos obras sueltas, que de algún modo son complementarias a mi “Nueva Historia”: “Literatura Boliviana en el exilio” y “La novísima narrativa del siglo XXI”, con las que espero culminar esta etapa de mi producción.

- En un artículo que escribiste sobre la Guerra del Pacífico, decías que gran parte de los bolivianos sienten cada vez más lejano el retorno a las costas del Pacífico. ¿Qué opinas de la demanda marítima boliviana contra Chile?
El reclamo de los gobiernos civiles y militares se ha hecho repetitivo e infructuoso; de ahí que inclusive intelectuales y escritores de la talla de Jesús Urzagasti, quien en su novela “Tirinea” (1979), considerada novela fundamental de Bolivia, dice, más o menos, que, como él nació en un país sin mar, no sentía su ausencia. Lamentablemente, creo que muchos de sus lectores piensan lo mismo; sin embargo, nos llegó Evo Morales, un indígena nacido en Orinoca, pueblito perdido en el altiplano orureño; al acceder éste a la Presidencia del país, fue más contundente en su reclamo y hasta cambió de estrategia, haciendo que tal demanda se conozca en todo el mundo, al plantearla ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Ahora bien, aunque Chile ha sido arrinconado contra la pared, este país, amparado en su derecho de conquista, como lo han hecho las grandes potencias, no cederá el puerto soberano que se le pide de los 400 kilómetros de costa arrebatada; entonces, como el mar es una causa boliviana irrenunciable, habrá un día en que Bolivia estará en condiciones de reclamar no un puerto, sino la devolución total de su litoral; desde luego que para ello, Bolivia debe dejar de ser la nación débil que es hoy; en base a sus ingentes recursos naturales, debe potenciarse, comenzando con educación y salud, de modo que su poderío esté por encima de las armas. ¿Te imaginas a nuestro país con gente bien formada, gozando de buena salud? Pasarán cien o más años, y Chile no tendrá más remedio que ceder.

- En el pasado han existido en Bolivia dos movimientos culturales importantes. Me refiero a la primera y segunda “Gesta Bárbara”, en las cuales participaron grandes literatos del país. ¿A qué se atribuye la falta de un movimiento como ése en la actualidad?
Nada más ni nada menos a que los tiempos han cambiado. En 1918, “Gesta Bárbara” les dio cierta notoriedad a esos poetas y escritores; de modo que volvió a florecer en 1944. Ahora, siglo XXI, los escritores están más comprometidos con su trabajo literario, que con formar agrupaciones. Hasta la Academia Boliviana de la Lengua ha dejado de cobrar vigencia. Si piensas bien, el único nombre que nos llega de “Gesta Bárbara” es el de Carlos Medinaceli, pero no por ser miembro de esa agrupación, sino por su talento para la crítica y la creación literarias.

- ¿De qué manera influye el nuevo proceso boliviano de transformación social y política en la literatura?
Si te fijas bien, recién podemos advertir los frutos artísticos de la nueva clase emergente. Ahora sabemos que una mujer indígena, como Luzmila Carpio, es una de las cantautoras más famosas del mundo, que da recitales en lengua quechua en los escenarios más exigentes de muchas ciudades europeas, asiáticas y americanas; actualmente ella reside en París; asimismo, uno de los más grandes pintores de Bolivia, cuyas obras se exponen en galerías de todo el mundo, es Mamani Mamani; en narrativa, Brayan Mamani es un notable exponente de nuestra literatura; eso no es todo, por cuanto van apareciendo nuevas figuras; tengo en mis manos, “El K’ita” (“El prófugo”), relato todavía inédito de Nolberto Marza Quispe, narrador indígena del ayllu de Uncallani, colindante al de Orinoca, en nuestro Oruro. .

- ¿Qué es lo que te indujo a escribir “La saga del esclavo”?
Con esa novela incursiono en el ámbito histórico de nuestro país. Refleja los comienzos de la gesta independentista (1810), sobre todo el papel del primer ejército auxiliar argentino –comandado por el Dr. Castelli– en suelo altoperuano. Después de la victoria de Suipacha, el ingreso de Castelli en Potosí fue como una señal que nos develaría una serie de fastos sangrientos, hasta culminar con la separación del Alto Perú de las Provincias Unidas del Río de La Plata. Lo que sí puedo decirte es que en “La saga”, abordo los hechos históricos con pasión y suspenso; cada episodio para mí era como un desafío para recrearlo de la manera más interesante posible; revivir esa época, no fue fácil, me llevó varios años de investigación; luego diseñar la obra y dar vida a sus personajes, fue más difícil todavía, por la cantidad de problemas que encontré; los mismos que se los planteé al lector y que, desde luego, tuve que resolverlos. Meterme a revivir las batallas y matanzas, como la de Guaqui y del 6 de agosto de 1810, puso a prueba mi capacidad de fabulación: No me puedo quejar de su resultado, por la favorable reacción de mis lectores; tanto así que luego me empeñé en escribir otra novela histórica, inspirada en la Guerra del Chaco y en la defensa de Boquerón, con el título de “El Charanguista de Boquerón” (2010), que fue galardonada con el Premio Nacional de Novela Marcelo Quiroga santa Cruz.

- ¿Cuáles crees que son las mejores condiciones para escribir?
¿Qué puedo decirte? Tal vez lo principal sea estar dispuesto a hacerlo, pese a las privaciones y dificultades que confrontará; sin pensar si se trata de una tarea difícil, solitaria y no siempre bien remunerada. Pocos escritores viven de su obra en nuestro país. No es fácil estar sentado, cinco, seis, ocho horas, en fin, tecleando un ordenador para dar vida a una historia, durante meses y años. Eso sí, te puedo asegurar que las condiciones ambientales no siempre son las más propicias. Faulkner, al comienzo de su carrera trabajaba como albañil; de ahí que escribía en los momentos de descanso sobre una carretilla volcada. Yo escribía los fines de semana, por cuanto de lunes a viernes dictaba clases todo el día, tanto en la Universidad Mayor de San Simón y a veces también en la Católica y en un colegio nocturno (Jesús Lara), del que luego fui Director, hasta mi jubilación. Trabajé 36 años en esas condiciones, pero nunca dejé de escribir.

- ¿Qué es la escritura según tu parecer?
Podría decirte que es una forma de comunicación parecida a hablar, sólo que más complicada, por el manejo de códigos lingüísticos; sin embargo, no es tan simple, si te refieres a escribir una obra de arte. Este es un proceso notable que se facilita con un método nacido de la experiencia y la creatividad, aparte del talento para urdir tramas o expresar lo inefable, como ocurre con los poetas. Esta labor me ha llevado a escribir mi “Manual Práctico de Lectura y Redacción”, tal vez mi obra más exitosa, teniendo en cuenta que la octava edición se halla prácticamente agotada; ahora estoy trabajando en la novena, aclarándote que lo que hago es mostrar cómo funciona la Gramática en el proceso de gestación de una obra.

- Por último, ¿Qué le aconsejarías a un escritor joven?
Primero, ese joven tiene que saber que la labor de escribir es muy seria, que exige una entrega total, a no ser que quiera ser un escritor liviano, prescindible, sin obra trascedente. Si ambiciona la gloria, que desde luego no siempre la disfrutará en vida, tendrá que someterse de una manera total a leer y escribir, por encima de todo. Muchas veces se hace una labor ingrata, pues no faltan los que te ponen piedras en el camino, pero si eres persistente y tienes fe en lo que haces, nada de ello te afectará. Como ocurrió con Kafka y también con Edmundo Camargo, poeta nuestro que murió a los 27 años de edad; ambos jamás se imaginaron que sobrevivirían póstumamente, gracias a sus obras. Kafka marca con su nombre la actual literatura universal; en cambio, Camargo es uno de los más grandes poetas de Bolivia y América; nos dejó sus poemas en hojas sueltas, que tuvieron que armar otros poetas, como Jorge Suárez y Eduardo Mitre, para tener ese hermoso libro al que le dieron el título de “Del tiempo de la muerte” (1964), publicado póstumamente, el año que falleció.

Fuente: Ecdótica

domingo, 28 de septiembre de 2014

Reseña de Hananpacha por Willy Oscar Muñoz


En Hananpacha. Libertad para Gea, Iván Prado Sejas incursiona nuevamente en una novela de ciencia ficción, cuya acción tiene lugar el año 2452 D.C. y en varios planetas, los que se involucran en una guerra interplanetaria con el fin de liberar Gea de un tirano que gobierna dicho planeta para su beneficio personal, opresión que impide el desarrollo integral de esa sociedad en comparación al de otros planetas. Prado inventa personajes de una variedad genética, quienes habitan en un Multiverso utópico que posee una tecnología futurista todavía por inventarse hoy en día, la cual será implantada en Gea una vez que sea liberada. La ecuanimidad social de los diversos planetas ficcionalizados se fundamenta en los antiguos sistemas de socialización quechuas y aymaras, civilizaciones que habían sido casi exterminadas y cuyos descendientes luchan por restablecer su lugar en el sistema planetario.      

                                                                                                            

Willy Oscar Muñoz

lunes, 15 de septiembre de 2014

Raul Rivero Adriazola y Memorias Bajo Fuego


El sexto libro de Raúl Rivero Adriázola, “Memorias Bajo Fuego”, se presenta este miércoles 17 a las 19:00 en el Club Social de la calle Bolívar.

Esta obra de 686 páginas, dividida en una introducción y catorce capítulos, ha sido editada por Los Amigos del Libro.
“Esta es tal vez la novela que más la he ‘pensado’, pues la figura del personaje principal me atrajo desde pequeño, cuando el mayor Carlos Zabalaga me contaba anécdotas sorprendentes de su vida en la Guerra del Chaco y en los sucesos políticos en que se vio envuelto”, dice Rivero Adriázola sobre su nuevo libro, que lo escribió en unos catorce meses, “recurriendo a material bibliográfico, periódicos de la época y entrevistas a personajes que vivieron en su niñez los sucesos relatados o los escucharon de sus mayores. Realmente fue una experiencia muy satisfactoria, tanto en el tema literario como en el rescate de hechos de nuestra historia que se estaban perdiendo y debían ser rescatados”.

Para escribir “Memorias Bajo Fuego”, Raúl trabajó en base a relatos de vivencias personales de Enrique Rocha Monroy, Mariano Baptista y Lupe Andrade. También recurrió a papeles o anécdotas de personajes que vivieron en carne propia la época.

“Aquí debo destacar los aportes de los descendientes del mayor Zabalaga, de Luis Uría –uno de los mártires del 21 de julio– y de Víctor Andrade. También fue importante la información obtenida en el Gran Cuartel de Miraflores y en la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército, y más la encontrada en la magnífica biblioteca ‘Demetrio Canelas’. Si la novela es verosímil les debo a esas fuentes”, resalta el autor.
El personaje central de “Memorias Bajo Fuego” es el mayor Carlos Zabalaga, quien narra el devenir histórico de Bolivia entre los años 1932 y 1946.

“Utilizando la técnica de ‘flash back’, la novela se centra en los sucesos que se viven en el Palacio Quemado, la jornada del 21 de julio de 1946, hasta el martirio de Villarroel, su edecán y su secretario privado. Lo que va pasando en esa luctuosa jornada lleva al personaje a recordar acontecimientos de su vida en la guerra del Chaco, en la prisión paraguaya de ‘Cambio Grande’, la creación de Radepa, la muerte de Busch, su paso por la Italia de Mussolini, la caída de Peñaranda, los avatares del Gobierno de Villarroel, sucesos en los que fue actor o espectador privilegiado”, narra el escritor.

Una pluma cáustica
Otro de los personajes centrales de la novela “Memorias Bajo Fuego” es Demetrio Canelas.
“Demetrio Canelas es un personaje importante en la novela. Conforme avanzaba en la escritura me he dado cuenta que la vida del fundador de Los Tiempos bien puede dar para una novela en sí misma. Además de su brillante labor periodística, dueño de una pluma cáustica y temida por la clase política de entonces, tuvo un importante paso por el Gobierno de Salamanca y lideró al republicanismo genuino en la postguerra del Chaco, siendo importante actor en los sucesos que culminaron con la ascensión del Gobierno Radepa-MNR”.

“Un hecho tal vez poco conocido –relata Rivero Adriázola– es que los oficiales que querían acabar con el Gobierno de Peñaranda, pensaron en Canelas para reemplazarlo, ¡quién sabe cuán diferente hubiera sido la historia del llamado ‘Gobierno de la Revolución Nacional’ de haber aceptado tal propuesta”.
Este libro ya fue presentado en la ciudad de La Paz, en agosto pasado, y Raúl piensa presentarlo el próximo año en la Feria del Libro de Santa Cruz.

“Si bien la novela es voluminosa –dice–, he tratado que con los diferentes cambios temporales y de escenarios que hago durante el relato, se mantenga el interés del lector”.

Fuente: http://www.lostiempos.com/lecturas/varios/varios/20140913/raul-rivero-%E2%80%9Cmemorias-bajo-fuego%E2%80%9D_273736_601400.html


domingo, 7 de septiembre de 2014

Claudina, un nombre fascinante


Portada del libro  

Por: Demetrio Reynolds* 
No se sabe por qué tres autores: (incluso cuatro, con la breve novela de José S. de Oteiza recientemente reeditada) Jaime Mendoza, Adolfo Costa Du Rels y Carlos Medinaceli, utilizaron el mismo nombre, Claudina, para sus personajes femeninos.
En sucesión temporal fueron apareciendo en este orden: “En las tierras del Potosí”, en 1911; “La Misqui Simi”, en 1921 y “La Chaskañawi”, en 1947.
Hay varios estudios que intentaron desentrañar el misterio. Uno de ellos, de Enrique Vargas Sivila, atribuye a la posible traición del inconsciente; es decir, una no deliberada intención de competir.
Según afirma Armando Alba en el prólogo de “Páginas de vida”, de Medinaceli, a nadie se le ocurrió preguntarles sobre esta coincidencia cuando aún vivían los autores. Lo que sigue no es sino una breve reseña comparativa.
En la obra de Mendoza, el tema no es propiamente el amor, como en las otras. Claudina es una arisca “palliri” que no aparece hasta casi la mitad de la novela. A pesar de su humilde y rústico indumento de trabajo, es una jovencita atractiva, simpática y de gallarda apostura. Pero entre ella y el presunto galán, el “amorfo y abúlico” Martín Martínez, no hay una sola escena idílica. La pasión, esa fuerza avasalladora que teje la trama en los otros relatos, aquí es algo inexistente.
¿Entonces de qué trata la novela? Del viento. Es el personaje que predomina; aúlla como genio maléfico en los aleros de las casas, levanta polvareda y golpea con áspera mano invisible el rostro. A Martín lo zarandea como a un muñeco en todo el trayecto de Sucre a Llallagua.
En “La Chaskañawi”, con ella empieza y termina la novela. Su contacto con Adolfo ya está en la segunda página. Al llegar a su pueblo, observa: no hay un alma, “sólo allá, calle abajo, cimbreante, donairosa, iba una chola de pollera roja y manto celeste (…) lo deslumbró con el relámpago de su mirada. Era morena, de anchos ojos negros. Una real hembra, pensó Adolfo”.
Al final, tras una intensa pasión y algunas escenas borrascosas, Adolfo se queda convertido en “huatarruna” de Claudina. Después de 12 años, su primo Fernando lo encuentra físicamente mejor y contento. Pero exclama: “¡Pobre Adolfo…! ¡Haber caído en poder de semejante chola!”
Claudina García no es forastera como en “La Miskisimi” de Costa Du Rels; es más bien oriunda del lugar, con familia y abolengo conocidos. Su listeza mental, su fuerte carácter, su orgullo y su gracia femenina inconfundible, hacen de ella el arquetipo de la mujer chola en Bolivia.
En el cuento de Costa, Claudina es una cholita recién llegada de Pulacayo. “Pertenecía a la raza de las grandes cortesanas (…) Tenía una aureola de mujer fatal (…) ¡Qué mujer! ¡Da miedo!”, dice de ella Joaquín Avila, su apasionado galán que fue a Uyuni con el solo motivo de ganar dinero. Destacaba aquella entre sus rasgos fisionómicos la “boca sensual, carnosa, de un rojo violento (…)”, un prodigio de la naturaleza que subyugaba como un hechizo. De ahí el nombre del relato: Miski Simi (boca dulce).
En “La Chaskañawi”, Claudina conquista y retiene a su hombre. La otra, después de convivir un tiempo, lo abandona. Joaco se queda en Uyuni. Años más tarde se lo ve como “un andrajo humano”.
Como es notorio, los destinos son diversos. En “La Chaskañawi”, Adolfo y Claudina aceptan felices el determinismo del medio que se les impone; en el cuento “La Miski Simi” el gélido viento de Uyuni cruza por la vereda de sus almas, separándolos para siempre.
A nuestro juicio, la borrosa imagen de Claudina y su pretendido galán en la novela de Jaime Mendoza, no son personajes de suficiente relevancia para competir con los personajes de las otras narraciones.

*Escritor, miembro del PENCOCHABAMBA

Fuente: http://www.lostiempos.com/lecturas/varios/varios/20140830/claudina-un-nombre-fascinante-_272071_597417.html

MEMORIAS BAJO FUEGO, novela de Raul Rivero Adriazola

 


Memorias Bajo Fuego” recorre en trama de novela la historia boliviana entre 1932 y 1946, a través de las vivencias del mayor Carlos Zabalaga: su heroico paso por la guerra del Chaco, su torturante prisión en el Paraguay, la fundación de Radepa, la muerte de Busch, sus vicisitudes en la Italia mussoliana, la llegada de la alianza Radepa-MNR al poder y los hechos que ocasionaron su caída.  Relatada a manera de “flash back”, la novela se centra en el trágico 21 de julio de 1946, hasta el momento del martirio de Gualberto Villarroel, su edecán y su secretario privado.  Conforme los acontecimientos van derivando hacia la tragedia, Zabalaga hace un repaso de su azarosa vida, que tuvo corolario el verse junto a un puñado de leales, inevitable –pero voluntariamente- cercado en el Palacio Quemado ese trágico domingo, a la espera del inminente asalto por parte de una turba descontrolada.

viernes, 5 de septiembre de 2014

LIBRO DE PILAR PEDRAZA: La Ruta Olvidada, fue publicado en Estados Unidos


La editorial  Alexandria Librery de Estados Unidos publicó el libro de cuentos "La Ruta Olvidada" de Pilar Pedraza, escritora, miembro del PENBOLIVIA, filial COCHABAMBA. 
¡Felicitaciones a Pilar!

DIRECTORIO DEL PENCOCHABAMBA


jueves, 31 de julio de 2014

Bolivianos publicados en el exterior





De: Homero Carvalho Oliva (La Razón)
Algunos escritores bolivianos han sido publicados en el exterior en la última década, especialmente los de la nueva generación, quienes han logrado que editoriales importantes e independientes se interesen en hacer conocer su literatura fuera de nuestras fronteras. Algo que sin duda alguna me parece genial, y así lo he afirmado en varias de mis columnas donde destaco estos logros, porque creo que si alguno de nosotros es conocido en otros ámbitos, su nacionalidad honra a los demás.

Sin embargo, hay quienes creen que por fin nuestra literatura está siendo publicada en otros países, y eso no es cierto. Desde principios del siglo pasado existen escritores nacionales publicados en varios países, tanto en castellano como en otros idiomas. Por ejemplo, a Alcides Arguedas le publicaron en España Wata Wara en 1904, Los caudillos Bárbaros en 1909, La danza de las sombras en 1934 y Raza sombra de bronce ha tenido muchas ediciones en Argentina, España y Venezuela, entre otros países. A Óscar Cerruto le publicaron Aluvión de fuego en Chile en 1935 y la mayoría de sus poemarios en la Argentina como Patria de sal cautiva en 1958, Estrella segregada en 1975 y Reverso de la transparencia en 1975. A Néstor Taboada Terán también le publicaron en la Argentina Manchay Puytu en 1977 y Ollantay en 1994. A Jesús Urzagasti la prestigiosa Editorial Sudamericana le publicó Tirinea en 1969 y su novela En el país del silencio fue traducida al inglés y publicada en Estados Unidos en 1994. En lo personal, he tenido la suerte de que me publiquen El Rey Ilusión en Colombia en 1989, Territorios invadidos en Estados Unidos en 1994 y Ajuste de cuentos en Argentina en 1996. Estos son solo algunos ejemplos de los publicados el siglo pasado, para no hablar de los que fueron publicados en la primera década del siglo XXI, como Jaime Saenz y Edmundo Paz Soldán, entre otros.

A esos nombres hay que sumar los de los ganadores del prestigioso Premio Casa de las Américas, que fueron publicados en Cuba: Pedro Shimose con Quiero escribir, pero me sale espuma, 1972; Renato Prada con Los fundadores del Alba, en 1969; Fernando Medina con Los muertos están cada día más indóciles, en 1972; y Claudio Ferrufino-Coqueugniot con El exilio voluntario, en 2009. Cuentos de escritores bolivianos también han sido seleccionados para ser incluidos en muchas antologías internacionales. Ese es el caso de El pozo de Augusto Céspedes, que aparece en 22 antologías, tanto en castellano como en otros idiomas; lo mismo podemos decir de Quilco en la raya del horizonte de Porfirio Díaz Machicao o de La emboscada de Adolfo Cáceres Romero. Así también se destacan poetas como Jaime Saenz, Óscar Cerruto, Eduardo Mitre, Yolanda Bedregal y Pedro Shimose, cuyos poemas están en reconocidas selecciones de poesía. 
Si bien es cierto que una buena parte de una generación de escritores jóvenes está siendo publicada en el exterior, eso tiene que ver no solamente con el talento de sus protagonistas, sino también con las posibilidades que brinda la tecnología y, por supuesto, con la senda que se fue abriendo hace decenas de años, aunque algunos no lo quieran reconocer.

Fuente: http://www.la-razon.com/opinion/columnistas/Bolivianos-publicados-exterior_0_2098590134.html

martes, 29 de julio de 2014

¿Novelistas de Brujula o de Mapa?

Por: Homero Carvalho Oliva
Los dichos populares son sabios porque expresan lo que piensa el pueblo, uno de ellos dice que Dios los cría y el Diablo los junta y lo podríamos aplicar a los escritores porque el demonio de las palabras siempre está buscando la forma de juntarnos. Uno de estos juntes lo hizo posible el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño y la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, quienes convocaron a José Ovejero de España, Mario Bellatín de México, Jorge Eduardo Benavides de Perú y a Claudia Peña, Juan Pablo Piñeiro y Homero Carvalho de Bolivia, al Octavo Encuentro de Escritores Iberoamericanos que se realizó entre el 2 y el 5 de julio pasados en el Palacio Portales de la ciudad de Cochabamba.

Las tres noches de exposiciones y diálogo fueron exitosas: más de 200 personas estuvieron cada día en las salas del Centro Patiño, además de las que siguieron el encuentro por televisión en directo en La Paz y Sucre y los que lo escucharon por radio en varios departamentos del país. Y, por supuesto, las entrevistas y noticias que se generaron en varios medios de comunicación tanto escritos como audiovisuales a nivel nacional y las redes sociales que estuvieron activas durante las jornadas. Fue el primero de los encuentros que tuvo estas características.

Peña y Benavides

La primera noche fue de Claudia Peña y Jorge Eduardo Benavides, presentado por Xavier Jordán que hizo de moderador. Claudia Peña, inició la octava versión del encuentro, señalando que para ella escribir es desnudarse y hablar sobre el proceso es desnudarse doblemente. Afirmó que para ella escribir es una liberación, porque ella utiliza la palabra con un instrumento para el cambio, lo siente como un trabajo político y criticó a quienes creen que no lo es, porque al escribir estamos haciendo política. Aclaró que los grandes escritores bolivianos hicieron y hacen política. Esa primera noche le siguió el peruano Jorge Eduardo Benavides, de quien tomo el título de su ponencia ¿Novelistas de brújula o de mapa? para esta nota, el autor de La Paz de los vencidos y de El enigma del convento, Premio Torrente Vallester 2013, que se gana la vida dirigiendo talleres de narrativa, explicó que los novelistas pueden ser de brújula o de mapa, los primeros saben donde quieren llegar pero no tienen definido cómo lo van a lograr y van descubriendo la novela a medida que avanzan. Los de mapa, en cambio, lo tienen todo marcado, saben por donde irán y se ajustan a su recorrido trazado con anticipación. De cualquier manera los mejores son los que trabajan duro en cada una de sus obras, recomendó. Agregó que los críticos literarios bien pueden clasificarse en “cítricos” que son aquellos ácidos que todo lo ven mal; “crípticos” a quienes nadie los entiende y los que son verdaderamente “críticos” que ayudan a comprender los textos, estos últimos son los necesarios, los otros son un estorbo a quienes hay que ignorar.

Piñeiro y Bellatín

La segunda noche, jueves 3, tomaron la testera Juan Pablo Piñeiro y Mario Bellatín, quienes fueron presentados de manera poética por una extraordinaria Alba Balderrama, que hizo una interpretación lúdica de algunos de sus libros. Piñeiro, joven autor de Cuando Sara Chura Despierte, leyó una ponencia titulada El pahuichi de Yamuniriti Diojorojepe, un texto con picos poéticos que se inicio con una impronunciable palabra mágica: manubiduyete que le permitió trasladarse al pasado y al futuro para explicar cómo encara el proceso de creación de cada una de una de sus obras y luego enumeró diecisiete “consejos bellacos” para desanimar a los jóvenes a escribir, que fueron celebradas por los asistentes, en el primero de ellos recordó una advertencia que le hizo su maestro Jesús Urzagasti, quien le aconsejó que si quería ser escritor tenía que aceptar que nadie lo había obligado a serlo, que era su decisión. El novelista mexicano, Mario Bellatín, se presentó ataviado con las prendas de vestir de la religión sufí, esa corriente mística nacida en Persia, que alienta la armonía con la naturaleza. El autor de Flores, Premio Xavier Villaurrutia 2000, se remontó al año 1994 cuando escribía su exitosa novela Salón de belleza y rememoró el proceso de su escritura, de cómo conoció a un filósofo travesti, su relación personal que inspiraría a una obra “feroz” como la calificó Balderrama y el drama de belleza y muerte que decidió contar. Mario contó que al momento de escribir una de sus obras se rodea de animales, para observarlos y comparar sus actitudes con las de los seres humanos, por eso en sus narraciones está presente la ternura y el horror.

Carvalho y Ovejero

Si bien, de acuerdo al programa, yo empecé la tercera y última jornada del Octavo encuentro, voy a comenzar con la participación de José Ovejero y concluiré con la mía. Carmen Beatriz Ruiz, fue la encargada presentarnos y lo hizo analizando algunas de las obras que había leído tanto de Ovejero como mías. El autor de La ética de la crueldad, al igual que Bellatín, se refirió a una de sus novelas, a la premiada La invención del amor e indagando el proceso creativo de la misma hizo algunos cruces con las novelas de otros autores y reveló un interesante hallazgo en la novela Lolita de Vladimir Nabokov, que lo había hecho concluir que la novela también la escribe el lector al ir descubriendo esas claves que los autores dejan en el texto y al imaginar la novela que están leyendo. Ovejero afirmó que la tarea del escritor contemporáneo es la de ser atrevido, que tiene que tener una gran capacidad de invención y que no imaginarse es negarse a los cambios que el mundo y la sociedad sostienen día tras día. Escribir es una manera de invitar al lector a bailar, pero sin una coreografía predeterminada, sino siguiendo el ritmo que la narración va marcando. Por mi parte, hice un recuento del proceso creativo desde mi niñez, evocando a la vocación y al destino literario. Pienso que si bien mi nombre me predispuso a la literatura, la tartamudez creó las condiciones para que desarrolle mi escritura, Coincidí con Benavides y Ovejero en que las lecturas, son muy necesarias para escribir mejor porque, entre otras cosas, ayudan a conocer las técnicas narrativas, a dominar al narrador omnisciente, la primera o tercera persona, los puntos de vista, el flujo de conciencia, el monólogo interior, los cambios temporales y hasta cómo elegir un buen título. Sin embargo, ¿No seremos los escritores el infierno de esos personajes? ¿Y la condena de ellos sea repetirse cada vez que alguien nos lee?

Sabemos que el lenguaje es una construcción intelectual y la literatura es la exaltación de esa construcción, así que con los años y trabajando entre la narrativa y la poesía he llegado a la siguiente conclusión: en el cuento y la novela los escritores somos una especie de dioses creando personajes a la medida de la narración. En la poesía, en cambio, el poema nos hace su personaje y es el poeta despojado de lo exterior quien habla a través del verso. En lo particular debo confesar que la filosofía me ha ayudado a hacer las preguntas y la poesía a responderlas.
Fuente: http://www.la-epoca.com.bo/index.php?opt=front&mod=detalle&id=3743