Iván Prado Sejas
Chaly se fue. Nadie esperaba este viaje inesperado hacia el más allá. Su existencia como ser humano inundó todos los espacios de interrelación humana, en su ciudad y en su país. Chaly, más que artista, arquitecto, literato y dramaturgo, fue una gran persona.
En la pintura, la calidez emergía en sus dibujos, y le daba vida propia a cada pintura que realizaba. Su inspiración era singular para cada trabajo. Si no encontraba esa singularidad en alguna de sus pinturas, él lo desechaba.
El teatro, para él, no sólo era una representación, sino que era la vida misma. El artista no sólo tenía que intentar ser el personaje, sino que tenía que "ser" el personaje a través de la incorporación.
En la poesía, Rimassa fluye como un rio que atraviesa llanos, montes, valles y selvas. Helena Ferrufino señala al respecto de la poesía de Chaly: "Hay trayectoria que demarca el lenguaje donde figura y palabra dibujan
respuestas, miradas, sensaciones del poeta ante la soledad y el absurdo
del tiempo”.
En el relato, fiel a su forma de vida, Chaly expresaba la vida como se manifiesta en los ámbitos de la realidad objetiva y subjetiva, desde un realismo matizado por lo simbólico y lo abstracto .
El PENCOCHABAMBA, rinde homenaje a este ser que dió mucho por el arte y por su llajta.
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